En conversación con RVL, el alcalde de Casablaca, Francisco Riquelme, planteó sus preocupaciones acerca del proyecto de modernización de la Ruta 68, que une la Región de Valparaíso y la Región Metropolitana de Santiago.

"Estamos bien preocupados, Casablanca a lo largo de 30 kilómetros, tiene una ruta que no tiene una convivencia muy amistosa con la comunidad, no hayan medidas de mitigaciones ambientales y nos llenaron de peajes, hace 20 años nos pasaron a llevar", dice.

Hace tres meses, en siete reuniones organizadas desde el municipio, cerca de 230 personas entrgaron sus preocupaciones acerca de la ampliación de la vía, ideas con las cuales, Casablanca envío un oficio al MOP durante el mes de octubre, para que fuera considerado por el ministerio a la hora de llevar adelante el proceso de licitación.

Las preocupacones principales de la comunidad se relacionan con los peajes en la zona, con la calidad de las vías alternativas, barreras acústicas y que los enlaces existentes son insuficientes, ya que no hay accesos universales.

Un punto tiene que ver especialmente con la ampliación de ésta. El municipio propuso que, de realizarse este proceso, se consideren sectores de menor densidad poblacional, es decir hacia el sector norte y sur de la Ruta 68.

Consultado acerca de la conveniencia de priorizar el proyecto tren rápido Valparaíso Santiago, el jefe comunal señaló incluso su preferencia por éste antes de la ampliación de la ruta.

Sus palabras se suman a las declaraciones del alcalde de Curacaví, quien había planteado la necesidad de un proceso de participación ciudadana para atender el impacto de la modernización de la Ruta 68, dado el uso que tiene y los cambios que pueda tener en su sector.

Expertos incluso han planteado que, antes de su ampliación, se pueda estudiar la posibilidad de construir una ruta paralela, o fomentar el transporte público, por medio de la concreción del proyecto de tren rápido, para unir a los puertos de Valparaíso y San Antonio con la ciudad de Santiago.