Desde este martes comenzaron las obras de desarme y remoción del Monumento a la Solidaridad compuesto por cuatro hebras, ubicado en Avenida Argentina. Esto, a raíz de un informe de la Dirección de Operaciones de la Municipalidad de Valparaíso que da cuenta del peligro inminente de caída y desprendimiento de parte de la estructura que puede dañar y afectar la seguridad de las personas que transitan y trabajan en el lugar. 

El director de Operaciones de la Municipalidad de Valparaíso, Christian Órdenes, explica que, para efectuar esta demolición, se han tomado todos los resguardos técnicos, administrativos y jurídicos, contando con los permisos de la Dirección de Obras Municipales y de Tránsito. Los trabajos tendrán un plazo de 10 días de corrido y tendrán un costo de $12.911.059 del contrato de suministro de demoliciones con el que cuenta la Alcaldía Ciudadana. 

“Vamos a tener maquinaria para hacer una caída controlada del material que estamos sacando. El primer momento es sacar el revestimiento de cobre que tiene la estructura, posteriormente vamos a proceder a cortar y a desmontar la estructura para poder sacarla de este lugar. Vamos a tener alza hombres, grúas y todas las medidas necesarias para la protección de los trabajadores y resguardos de las personas que transitan y trabajan en este espacio”, comentó Órdenes.

En tanto, Sebastián Redolés, encargado de la Dirección de Desarrollo Cultural del municipio porteño, expresó que: “Es una decisión, sin duda, bastante dolorosa, triste, pero necesaria en virtud de las condiciones en las cuales se encontraba la obra. Hemos venido conversando desde hace ya bastante tiempo con su autor, que es Mario Irarrázabal, un connotado escultor de nuestro país, junto a quién llegamos a la conclusión de que lo mejor era remover esta obra. 

Con respecto al destino del material sobrante de la remoción, Redolés confirma que va a ser reconvertido y destinado “en el marco del simposio de escultura que estamos organizando a propósito de la Bienal Internacional de Artes que está organizando el municipio de Valparaíso, así también va a ser destinado parte de este material a la Escuela Municipal de Bellas Artes, para ser trabajado también por escultores y escultoras de nuestra ciudad”. 

Finalmente, el autor de la icónica obra, Mario Irarrázabal, lamentó los daños que sufrió la icónica estructura, pero manifestó que: “Con respecto a la decisión de la municipalidad, estoy de acuerdo y es triste pero no queda otra. No hay como repararla ahora por razones técnicas que son un poquito complicadas de explicar. Por otro lado, la municipalidad me va a mandar a hacer una réplica del modelo chiquitito que tengo para que se pueda exponer en alguna parte”.

En cuanto a las ferias que funcionan en el bandejón de Avenida Argentina, los representantes de cada directiva expresaron su conformidad con el retiro de este monumento, ya que representaba un peligro constante para su asociados y clientes, afirmando que colaborarán para el buen desarrollo de las obras.