En entrevista exclusiva con Radio Valentín Letelier la presidenta del Tribunal Constitucional, Nancy Yáñez, se refirió acerca de diversos temas que han rodeado a la institución.
Respecto del debate acerca de el papel del TC en el sistema del Estado, Yáñez se refirió acerca de las miradas al respecto, en que las posturas "tienen su punto más crítico en la legitimidad democrática de una institución que hace contrapeso a los tres poderes del Estado por medio de la competencia que se le asigna".
Ella misma confesó que, antes de ser presidenta del TC y como abogada litigante, asumió su cargo y reflexionó en un antes y después, "mi rol previo al TC, estaba en la promoción y defensa de derechos humanos y me correspondía litigar y representar intereses, cuando se asume como juez, cambia totalmente el rol y es un ejercicio dialéctico, distinto", dijo.
Respecto del voto dirimente que ella posee, siendo presidenta del tribunal, consideró que dentro del pleno se ha evaluado eliminar esta figura, "ojalá lo que exista como garantía es que sea una conformación impar, porque se busca la legitimidad sea por mayoría", señaló.
También considera que existe siempre un componente en las nominaciones para el TC, "siendo un valor el pluralismo democrático, para reflejarlo no cabe ninguna duda que la composición de una instancia como el Tribunal Constitucional, debe responder a la diversidad que representa la comunidad política y una buena forma de hacerlo es hacer participar a todos los poderes del Estado, en la designación de magistrados y magistradas, que arrancan desde la representación de los poderes Ejecutivo y Legislativo y el Judicial como garante", afirmó.
Ella defendió la idea de realizar una actividad conmemorativa de los 50 años del golpe de Estado, considerando el carácter de organismo de Estado del tribunal, veía la opción programar alguna actividad, pero la mayoría de los ministros y ministras del tribunal estuvieron de acuerdo con realizar una actividad académica, pero desecharon la idea de darle carácter conmemorativo.
A pesar del rechazo, la ministra Yáñez insistió en la idea que consideraba importante el carácter de la actividad, en una mirada institucional. "En lo personal, el generar un acto conmemorativo con una reflexión respecto a lo que representan el respeto a los derechos fundamentales en el derechos constitucional me parece que es pertinente a las competencias que son propias del Tribunal Constitucional, que en caso algo son deliberativas. Los ministros y ministras estimaron prudente no hacerlo", afirmó.
"Los derechos fundamentales son una obligación para todos los poderes del Estado, y eso es la gran oportunidad de consolidación democrática que tiene el país en esta coyuntura histórica. Hoy las instituciones están orientadas en la protección de los derechos garantizados en la constitución".
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