Diferentes aristas marcaron la ceremonia de las Glorias Navales, que recuerda el hecho ocurrido en 1789, con el Combate Naval de Iquique y el hundimiento de la corbeta Esmeralda. 

Uno de los temas que marcó la jornada en Valparaíso fue la poca convocatoria, además de un austero desfile. La ceremonia principal, con la presencia del Presidente de la República Gabriel Boric, se efectuó en Iquique, mientras en la ciudad puerto fue la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien encabezó los homenajes.

En Iquique la ocasión quedó empañada por el hecho conocido sobre el asesinato de una persona con movilidad reducida, quien fue abordado por tres funcionarios navales, quienes lo golpearon y le causaron la muerte. La Armada los dio de baja.

El comandante en jefe, Juan Andrés de la Maza, repudió el hecho, además de referirse a la situación de un cuarto funcionario, del cual se tomarían medidas una vez conocida su conexión con los hechos.

En el centro de Valparaíso hubo contramanifestaciones al acto por parte de la Asociación de Familiares de Ejecutados Políticos, que recorrieron diversos puntos alrededor del perímetro cercado para la ceremonia naval. Habla Luis Aguirre, padre de Paulina Aguirre, militante del MIR asesinada por la dictadura en 1985.

En la oportunidad hubo agresiones a los activistas por parte de asistentes, además se hicieron presentes grupos de personas con banderas chilenas de gran tamaño y con cánticos reivindicando al dictador Augusto Pinochet.