Amnistía Internacional manifiesta que es indiscutible que Chile necesita una nueva Constitución; pues, como ha señalado ya en diversas ocasiones, ha quedado demostrado que la Constitución actual no está a la altura de los estándares de derechos humanos, beneficiando a unas personas por sobre otras, acentuando las desigualdades y la precariedad de los grupos históricamente excluidos.
En este contexto, la organización es enfática en manifestar que:
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Es fundamental que el proceso constituyente sea transparente, inclusivo, participativo y siempre de cara a la ciudadanía; por lo que estará vigilante respecto a la implementación del “Acuerdo por Chile” al que llegaron algunos partidos políticos con representación parlamentaria. Esto, dado que a priori se vislumbra este nuevo proceso como menos participativo de acuerdo a sus características de composición y al reducido tiempo que tiene para la elaboración del texto constitucional.
Amnistía Internacional tomará un rol de vigilancia e incidencia para asegurar que el texto constitucional sitúe los derechos humanos en el centro, mejorando así las condiciones de vida de todas las personas y construyendo una sociedad más igualitaria y justa.