Dedicado a estudios de doctorado en derecho y llevando adelante el cierre de año en la Universidad de Valparaíso, el académico y ex vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa, analizó el acuerdo político para un segundo proceso.

Si bien reconoce como algo positivo que se haya realizado las conversaciones y se haya conseguido un acuerdo para abrir la ventana al cambio constitucional, tiene el temor que "como en tantas oportunidades en la historia de Chile", predomine una suerte de "gatopardismo" y que finalmente sólo hayan "cambios cosméticos". 

Sobre el tema del comité experto, él discrepa de lo señalado por la ministra Uriarte, quien dijo que "tiene por objeto asesorar la labor de los constituyentes, formulando primero lo que podríamos denominar un esquema de aquello que debe ser el marco de la nueva constitución". Para él, esta instancia generará un texto más acabado, "en seis meses teníamos redactada la constitución", señaló.

Bassa agrega que hay tres insumos importantes para trabajar: el proyecto desechado en el plebiscito de septiembre, el proyecto del gobierno de Michelle Bachelet y la propia Constitución de 1980.

Juan Carlos Ferrada señaló que esta propuesta "da la idea de un temor a la soberanía popular" y buscaría "directamente limitar las posibilidades de discusión constitucional". Para Bassa esto sería una nueva forma de "democracia tutelada", término utilizado a comienzos de los años noventa, cuando Chile dejó la dictadura cívico militar, pero manteniendo instituciones políticas, económicas y ciertas actorías que permitieron no realizar grandes cambios al proyecto neoliberal de Augusto Pinochet.

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