Nuevamente se levantaron las alertas en autoridades y habitantes de la zona ante la sequía por la disminución en agua potable para consumo humano. Según el último reporte de Esval, respecto tanto de agua caída como de nieve en la cordillera, reflejan que la mega sequía sigue agudizándose en nuestra Región y que la desertificación avanza hacia la zona central de Chile. El año pasado finalizamos con un déficit de precipitaciones superior al 75% -solo llovió tres días durante el invierno- y el verano ha presentado la menor acumulación de nieve de los últimos siete años.

Para este año, la situación podría ser muy similar. Ana María Córdova, Directora Departamento de Meteorología de la Universidad de Valparaíso, sostuvo que los pronósticos de lluvia para este año no son auspiciosos, y que al menos en los próximos tres meses no se esperan grandes precipitaciones.

También se refirió a la poca nieve que cayó durante el año pasado, que afectaría directamente la disponibilidad de agua para este año, lo que podría incluso derivar en racionamiento de este recurso.

Córdova menciona que para enfrentar este fenómeno será vital prestarle atención a las conductas individuales y ser cuidadosos con los horarios en que se ocupa.

Una de las últimas alertas respecto a la disponibilidad de agua se prendieron cuando imágenes sobre el Tranque La Luz de Curauma se viralizaron por redes sociales, evidenciando un paulatino retroceso del cuerpo de agua.

Actualmente, el tranque cuenta con poco más de 3 millones de metros cúbicos acumulados (un 57% de su capacidad total), sin embargo, ha registrado una disminución del 23% en comparación al verano pasado. El descenso en el volumen total del tranque responde a una sequía estructural, ya que depende exclusivamente de las recargas por lluvias. Además, ya no contamos con la reserva de Peñuelas, que está totalmente seco y no es utilizado desde hace más de un año.