Son muchas las porteñas y porteños que se emocionan cada vez que escuchan la “Joya del Pacífico” interpretada por el emblemático cantor Jorge “Negro” Farías. Y es que “El Ruiseñor de los Cerros Porteños”, con su traje y corbata, y sus lentes oscuros, es un emblema de la Bohemia Porteña de Valparaíso.

Es por eso que el monumento en su honor, ubicado en Plaza Echaurren, se ha transformado en un recuerdo vivo de culto de Farías, donde las personas se sientan a su lado y más de alguno le pide un favor.

La buena noticia es que la Municipalidad de Valparaíso inauguró una nueva escultura –esta vez hecha de bronce-, creada por el escultor Henry Serrano, quien también realizó los dos monumentos anteriores en honor al cantor.

Este proyecto fue financiado por la convocatoria 2019 del Fondo del Patrimonio Cultural, administrado por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, hito con el que se busca reafirmar la memoria e identidad del Barrio Puerto e ir en rescate del Sitio del Patrimonio Mundial.

Claudia Ulloa, encargada de la Dirección de Gestión Patrimonial del municipio, destacó la iniciativa y mencionó que su restauración es un anhelo de hace algunos años.

Por su parte, la encargada de Desarrollo Económico del municipio porteño, Adriana Saavedra, resaltó el rol del escultor y aplaudió el significado de este símbolo como parte del fortalecimiento de la “simbología representativa de la comunidad porteña”.

Serrano valoró el trabajo y agradeció tener la oportunidad de recuperar la escultura a través de un mecanismo participativo.

Otra diferencia con el monumento anterior es que la nueva estatua se instaló en un lugar más cercano al kiosco de la misma Plaza Echaurren para evitar que sea intervenido. Por otro lado, y a pedido de la comunidad de Barrio Puerto, una vez que se instale el nuevo monumento, la anterior escultura de Farías que estaba en el lugar será entregada en custodia al Bar Liberty.