El empresario autobusero y ex presidente del club, Reinaldo Sánchez Olivares, adquirió un porcentaje mayoritario (60%) de las acciones de la controladora del club Santiago Wanderers. La operación se analizó en Viña del Mar entre equipos jurídicos para afinar los detalles.

Pese a que existían ofertas de capitales mexicanos para adquirir el equipo, el acuerdo para la compra terminó inclinándose por el ofrecimiento del ex presidente de la ANFP, quien regresará al club después de años, cuya salidá ocurrió después de haber sido expulsado de la entidad en una asamblea de socios.

El cambio en el control directo del club, del actual timonel y máximo accionista, Rafael González, a Reinaldo Sánchez, se realizaría de manera emblemática el domingo 15 de agosto, día en que el cuadro de Valparaíso cumplirá 129 años de existencia.

Esto significaría el fin de la era principalmente controlada por el empresario Nicolás Ibáñez en Wanderers, quien desde el 2008 se ligó al club. Primero asumió la concesión de Deportes Santiago Wandereres SADP por 30 años a través de la Fundación Futuro Valparaíso, que luego se cerró en mayo de 2019 en un ajuste societario que le permitió mantener un control indirecto a través de Sport Entertainment International Chile (SEI). Esta última es filial de Drake Group, family office que alberga las inversiones de la familia Ibáñez. Posteriormente se traspasaron acciones a González, lo que le permitió a Ibáñez salir del control directo, pero sin desvalorizar las acciones ni perder nexo con la institución.

Una de las primeras medidas que implementaría Reinaldo Sánchez sería el despido del entrenador Emiliano Astorga. El actual estratega porteño no ha obtenido resultados y fiel a su estilo, Sánchez buscará gente de su confianza. En lo administrativo, Sánchez ya trabaja en la búsqueda de un equipo asesor que lo ayude en la dura misión de levantar deportivamente al Decano. 

La llegada de Reinaldo Sánchez a Santiago Wanderers ha generado división al interior de los hinchas caturros. Por un lado, hay quienes recuerdan que, a pesar de mantenerse en primera división y realizar una serie de importantes ventas de jugadores del club, se produjo un fuerte déficit económico y eso decantó en la posterior concesión a la actual sociedad anónima. Otros esperan que el empresario de 76 años pueda repetir los logros deportivos que llevaron a Santiago Wanderers al campeonato nacional logrado el año 2001 y jugar Copa Libertadores y Copa Sudamericana.