En una nueva sesión de la comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, se definió la fecha para el cierre de las centrales termoeléctricas en el país, dejándola para el 31 de diciembre del 2025. Recordemos que el proyecto que aprobó la prohibición de la instalación y funcionamiento de estas plantas en territorio nacional ya había sido aprobada por la Sala, por lo que solo faltaba establecer el periodo que se tomaría para esta acción.

En la instancia expusieron el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, y la representante de la fundación Chile Sustentable, Sara Larraín. El vocero de la cartera presentó las proyecciones en esta materia respecto al paso progresivo de Chile hacia las energías eólicas, biomasa y solar fotovoltaica. Por su parte, Larraín aseguró que la ley focalizaría sus operaciones en el control sobre las empresas AES Gener y Colbún; y destacó que el rol de esta ley será vital para asegurar el cierre definitivo de todas las centrales eventualmente, ante el fracaso de los cierres voluntarios.

El diputado Daniel Verdessi, integrante de la comisión, se refirió a la indicación que solicitaba que este proceso comenzara este año, en el cual coincidió por la situación de comunas afectadas por estas centrales instaladas en la región, principalmente en Quintero y Puchuncaví.

Quien también aplaudió el acuerdo final fue la seremi de Energía de la región, Fernanda Pinochet, quien aseguró que actualmente se avanza, de forma paralela, en proyectos energéticos y sustentables, para acercarse a la carbono-neutralidad para el país. En ellos, destaca el recientemente aprobado Parque Fotovoltaivo Cabildo Sunlight, que fue despachado esta semana desde la Comisión de Evaluación Ambiental.

Organizaciones medioambientales clamaban por una fecha límite como parte esencial de este proyecto de ley, ya que el carácter voluntario del cierre de las centrales no permite definir un punto límite de su funcionamiento, situación que sucede con trece termoeléctricas a carbón de AES Gener, una de ellas ubicada en Puchuncaví. Chile Sustentable manifestaba en sus plataformas digitales que tanto la norteamericana como la empresa Colbún “no asumen su compromiso ni con la crisis climática ni con los habitantes de las zonas de sacrificio donde han contaminado durante décadas”.