Organizaciones de Derechos Humanos y parlamentarios oficialistas debaten acerca de la estatua de José Toribio Merino Castro, funcionario de la Armada de Chile que protagonizó el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
En su homenaje y con aportes privados, se construyó una estatua en su honor, instalada a las afueras del Museo Marítimo Nacional, lo que ha motivado desde organizaciones pedir su retiro. Incluso hace algunas semanas, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución que pide al gobierno su salida.
Nelson Cabrera, del Colectivo Cine Fórum señala que el Ejecutivo no ha escuchado lo resuelto por el Parlamento.
Dicho proyecto de resolución fue presentado por el diputado de Revolución Democrática Jorge Brito, iniciativa que tuvo votación dividida en la Cámara. Uno de los parlamentarios que votó en contra fue el diputado de la UDI Jaime Bellolio, quien argumentó a RVL Noticias el porque no retiraría la imagen de Merino.
Merino en el golpe de Estado, se autonombró Comandante en Jefe de la Armada luego de destituir al almirante Raúl Montero el 11 de septiembre de 1973.
En la base de su figura hay una placa que dice que “la materialización de esta obra ha sido posible realizarla con el generoso aporte” de personas como el empresario Gonzalo Bofill, el ex candidato presidencial de la derecha en 1989 Hernán Büchi, el empresario Jorge Claro, el fallecido inversionista naviero Ricardo Claro, el ex colaborador de la dictadura Sergio de Castro, además de otros empresarios como Felipe Lamarca, Bernardo Matte, Eliodoro Matte, Wolf Von Appen, cuya familia es fundadora del grupo Ultramar, y Gonzalo Vial.
La estatua se ubica en la denominada, “Avenida de los Marinos Ilustres”, frente al museo, además Merino tiene una sala en su honor en dichas dependencias y además naves en su memoria.
El tiempo ha pasado, pero la estatua sigue allí, e incluso en conversación con RVL Noticias, el director de comunicaciones de la Armada, Alejandro Chávez, señaló que “no hay inconveniente en que siga en el lugar donde está”, sobre la base de una resolución de Contraloría que legitima administrativamente que su presencia depende de la institución.
El tema de las Fuerzas Armadas y los Derechos Humanos ha estado presente en la agenda, luego de los cuestionamientos al Ejército por el homenaje a la figura del agente represor Miguel Krassnoff Martchenko, que implicó al paso a retiro de funcionarios.