Esta será la primera elección parlmentaria bajo la Ley de Cuotas, que estipula que cada partido político está obligado a llevar a lo menos un 40% de mujeres en sus listas de candidatos. Pese a que la regla pudo ser cumplida por casi todas las colectividades, hubo algunas que no cumplieron y Servel debió darle unos días más de plazo para reinscribir.

El debate se ha centrado, más allá de lo administrativo, en saber si efectivamente la ley de cuotas contribuye a fortalecer la participación femenina.

La Senadora Lily Pérez, cuyo pacto llevó la mayor cantidad de candidatas (un 48%) sostiene que se trata de una buena medida para promover la participación femenina en política, pues permite, por ejemplo, que los propios partidos consideren a mujeres a quienes nunca habrían llevado.

Sin embargo, agregó que no bastan las leyes, sino que falta un cambio cultural a través de la educación para lograr una plena igualdad de derechos y de deberes entre hombres y mujeres.

La diputada Andrea Molina coincide en que sin ley habría muchas menos candidatas, pero también reconoce que para la mujer, por la crianza de los hijos y otros factores, es más difícil.

Molina se refirió al costo económico de las campañas, tema que no había sido tocado. Agregó, que ha sido difícil implementar y cumplir la Ley de Cuotas para los partidos, develando lo que todos sabemos: que no ha habido una integración real de la mujer en la política.

Algo similar, aunque en términos más categóricos, opina el presidente regional del PR, Mario Pérez, reconociendo lo difícil que fue para ellos conseguir mujeres a nivel nacional y, sobre todo, mujeres preparadas en política.

Pérez agregó que las capacidades son iguales, y que el PR hizo muchos esfuerzos para llevar a más candidatas, pero que se encontró con pocas opciones y poca disposición. Distinto escenario se dio en la DC, donde señalaron que desde hace tiempo cuentan con candidatas, como lo dijo el presidente regional Gustavo Paulsen.

El dirigente dijo que no fue difícil cumplir la ley.