A casi dos años del ataque que sufrió el joven estudiante Rodrigo Avilés por parte de Carabineros, al ser golpeado con el chorro de un carro lanza aguas, la familia aún exige justicia.

Durante la segunda cuenta pública de la presidenta Michelle Bachelet – el 21 de mayo del 2015 – cuando durante la manifestación realizada en Valparaíso el General Ricardo Cartagena dirigía un operativo de Fuerzas Especiales de Carabineros, en donde el Sargento y pitonero Manuel Noya apuntó desde un carro lanza aguas LA44 a Rodrigo Avilés, propinándole un golpe a 4,5 metros de distancia con una presión de 8 bares, acción que lo dejó al borde de la muerte.

Desde entonces el estudiante y militante de la Unión Nacional Estudiantil ha debido ingresar más de dos veces al Hospital Clínico de la Universidad Católica para atenderse los afecciones producidas por el impacto del arma de carabineros en su cerebro, con huellas “para toda la vida”, las cuales ha tratado en un proceso de rehabilitación física y psicológica.

Soledad Bravo, madre de Rodrigo, afirmó que a casi dos años de la tragedia aún no esperan a que se inicie el juicio de una acción que “la justicia no puede reparar”, como son las secuelas.

La familia de Rodrigo Avilés exige justicia por el caso. Recordemos que a fines de mayo de 2015 fue dado de baja el Sargento Manuel Noya Pavis, quien luego en abril de 2016 fue formalizado por el delito de lesiones graves ocasionadas al estudiante, quedando con las medidas cautelares de firma mensual.

Cabe señalar que el caso cobra relevancia cuando un hombre de 37 años quedó internado con riesgo vital en el Hospital Regional de Concepción, luego de que carabineros atacara por la espalda con un chorro del carro lanza aguas durante una protesta vecinal, que exigía medidas viales en el sector, debido el atropello de un joven de 17 años en el sector.