El bochorno ocurrido en el Senado, que lanzó un libro con biografías de cien ex integrantes de la cámara alta y que no pudo ser entregado debido a que contenía errores en las fotografías, alcanzó nuevas dimensiones luego que se supiera que la encargada de recolectar las imágenes de los ex senadores fue la bailarina y coreógrafa Francisca Keller, quien es la hija del director del Centro de Extensión del Senado, Pablo Keller, quien fue el gestor de la publicación.

En los créditos del libro dice, textualmente, "Fotografías de senadores: Francisca Samy Keller Ávila". 

Pablo Keller -quien hace unos años fue nombrado presidente del directorio de Televisión Nacional pero debió renunciar antes de asumir luego que por la prensa se conocieran una serie de líos judiciales que tenía- reconoció que la encargada de las fotografías equivocadas era su hija.

El senador por la región del Maule, Manuel Antonio Matta, quien se percatara de los errores en el libro y diera aviso, lo que finalmente llevó a tomar la decisión de no entregarlo durante la ceremonia de lanzamiento, criticó la situación y, sobre todo, el hecho de que hubiera familiares de funcionarios del Senado involucrados en la publicación.

De cualquier forma, el principal blanco de las críticas sigue siendo el encargado principal del libro “Chile, 100 senadores y su influencia en la historia”, Jorge Salomó Flores, magíster en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y miembro de la Corporación Cultural de Viña Del Mar. El académico del Instituto de Historia de Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso Pablo Aravena cuestionó fuertemente la falta de rigurosidad de la publicación y puso en duda la calidad de historiador de Salomó.

El Centro de Extensión del Senado encargó la edición de 2 mil ejemplares del cuestionado libro, con un costo de cerca de siete millones de pesos, y todavía falta resolver qué se hará con ellos. Salomó, en tanto, recibió entre dos y tres millones de pesos por su trabajo.