Organizaciones sociales interpelaron a la Armada de Chile por el no reconocimiento de su responsabilidad institucional en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico militar en Chile.

Las organizaciones señalan que la Armada de Chile dispuso de hombres, equipamiento, vehículos y recintos para cometer violaciones a los Derechos Humanos en el período posterior al golpe de estado de 1973.

Además señalan que las acciones sistemáticas de represión fueron llevadas y organizadas según la línea de mando de la rama naval, por lo que claramente existe una responsabilidad de ella como institución en dicho período.

Alicia Zúñiga, presidenta de la Agrupación de Derechos Humanos de Valparaíso, plantea otro factor en este análisis: el hecho que los militares en retiro hagan una defensa gremial de sus acciones y de quienes han sido procesados por delitos de lesa humanidad.

Eduardo Morris, presidente de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de la región de Valparaíso, señala que la misma institución no ha entregado todas las informaciones necesarias para la resolución de las causas judiciales que lleva adelante la justicia.

Morris agrega que si existiera una cooperación de la Armada en materia judicial las personas que sufrieron la represión en dictadura y los familiares las víctimas percibirían de otra manera al mundo militar hoy.

En la región de Valparaíso son más de cien los casos de delitos de lesa humanidad que investiga el ministro en visita extraordinaria para causas de Derechos Humanos Jaime Arancibia Pinto. De ellas, las que indagan hechos ocurridos en la costa se relacionan directamente a la Armada de Chile, como el caso de la represión a los marinos constitucionalistas, las torturas en el Buque Escuela Esmeralda y Cuartel Silva Palma, la desaparición del sacerdote inglés Miguel Woodward y el asesinato del estudiante Marcelo Barrios Andrade, entre otros.

Este fin de semana se realizaron una serie de actividades conmemorativas de la fecha en la región de Valparaíso: un recordatorio en la Estación Puerto a las víctimas que fueron trabajadores ferroviarios, una reunión de los expresos políticos de Puchuncaví y un acto en el Cuartel Silva Palma, en Playa Ancha, recinto de la Marina y centro de detención y torturas en 1973.