La mañana de este viernes finalmente hubo cambio de gabinete. Pero no fue el cambio de gabinete que se esperaba. Se sabía que esta semana la Presidenta Michelle Bachelet haría sí o sí movimientos en su equipo, ya que este sábado vencía el plazo para que los ministros que serán candidatos en las elecciones generales de noviembre de 2017 renunciaran, pero se esperaba que aparte de esos secretarios de Estado también dieran un paso al costado alguno de los miembros del comité político que integran el ministro del Interior (Mario Fernández), el secretario general del Gobierno (Marcelo Díaz) y el secretario general de la Presidencia (Nicolás Eyzaguirre).

Luego del escándalo Servel-Registro Civil, en el cual el Gobierno fracasó en aprobar una ley corta que permitiera salvar la situación, y los malos resultados en las elecciones municipales, muchos daban por contados los días de Fernández, Díaz y Eyzaguirre en La Moneda. Sin embargo, al parecer nunca perdieron la confianza de Bachelet o bien la recuperaron tras la aprobación del reajuste del sector público, luego de lograr alinear tanto a oficialismo como a oposición y permitir lograr al Gobierno su primer triunfo en meses.

Es cierto que Díaz deja el gabinete, pero no porque Bachelet lo sacara, sino que para asumir una candidatura parlamentaria presumiblemente por Aysén. Será remplazado como vocero por la socialista Paula Nárvaez.

También renunció, como se sabía desde el jueves, Ximena Rincón, quien buscaría recuperar la senaturía por la región del Maule a la que renunció para ser ministra. Será remplazada en Trabajo por la también democratacristiana Alejandro Krauss.

Y la tercera en dejar el gabinete fue Natalia Riffo, quien se postularía a la Cámara de Diputados por algún distrito de la región del Bíobío. Su cupo en Deporte será ocupado por el ex atleta Pablo Squella.