En conversación con RVL, Alejandra Arratia, subsecretaria de Educación, se refirió a los dos proyectos educacionales pendientes desde el 27-F: El Colegio insular de Juan Fernández y la Escuela Ramón Barros Luco.

El Colegio Insular Robinson Crusoe es uno de los últimos establecimientos del país que falta por reconstruir, tras el tsunami del 27 de febrero de 2010, por lo que uno de los compromisos del gobierno del Presidente Gabriel Boric fue acelerar la reconstrucción de este centro educacional.

En febrero de 2025 se abrió un proceso de licitación pública, que en agosto se adjudicó a la Constructora De Vicente (DVC), que tiene a su cargo el diseño y ejecución de la nueva infraestructura que reemplazará las instalaciones provisorias levantadas tras el tsunami de 2010.  En octubre de este año, DVC inició formalmente el proceso de construcción con obras preliminares que permitieron el hito de este martes.

Esta iniciativa contempla una inversión proyectada de 600.000 UF para su diseño y construcción. El nuevo colegio, cuyo sostenedor es el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Valparaíso, se emplazará en un terreno de más de 11.000 m² y contará con una superficie construida cercana a los 3.300 m². Su diseño incluye recintos cerrados, áreas cubiertas y zonas al aire libre, con capacidad para acoger a 225 estudiantes.

La recuperación de la Escuela Ramón Barros Luco aún está en etapa de evaluación, para analizar las posibilidades de configurar un proyecto. Señala que el estudio es de carácter preinversional, lo que daría a cuenta de las necesidades económicas del proyecto.

Por eso, el Mineduc suscribió un convenio con la empresa pública, Desarrollo país, para dar cuenta de la iniciativa y darle continuidad.