Solicitan indulto presidencial para mujer que disparó al agresor sexual de su hija
El caso pasará ahora a la Corte de Apelaciones de Valparaíso, donde se espera que se apruebe la petición. Al lugar asistió la Defensoría Penal Pública, familiares de Yesenia, feministas y organizaciones como Fundación Pájarx entre Púas quienes explicaron que este caso es un “claro ejemplo de cómo la Justicia sin perspectiva de género tiende a empeorar los problemas, causando mayor violencia”.
El Juzgado de Garantía de San Antonio negó la sustitución de la privación de libertad por reclusión domiciliaria a Yesenia Azocar, la mujer que pidió el indulto presidencial luego de ser condenada a ocho años de presidio efectivo por disparar al agresor sexual de su hija.
La mujer de 27 años lleva 25 meses en prisión, luego de ser sentenciada a 5 años y un 1 día por intento de homicidio, a 3 años y 1 día por porte ilegal de armas y a 60 días por violación de morada, sumando un total de 8 años de cárcel. Esto luego de que reaccionara contra el hombre en contexto de una discusión, la que ocurrió luego de que su hija le relatara que su padre y ex pareja de Yesenia, abusara sexualmente de ella en reiteradas ocasiones desde los cuatro años de edad.
La medida rechazada fue una Cautela de Garantía, la que busca proteger los derechos de un imputado durante el proceso penal, y que fue presentada por las abogadas de la Defensoría Penal Pública Catherine Ríos y Dalet Ramírez, quienes explicaron en el lugar que apelarán la decisión durante los próximos días en la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Cabe señalar que luego de que la mujer fuera condenada, se acreditó el crimen del sujeto, quien hoy cumple una condena de 18 años de presidio por violación y abuso reiterado, ambos en grado de consumados, dictaminado por el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio.
Según Catherine Ríos, la medida busca que Yesenia esté con su hija, la que hoy tiene 10 años y “que está viviendo un proceso de reparación complejo, y que debería estar con su madre. Además porque existe una violencia permanente respecto de Yesenia como mujer y de su hija, que es una niña, en términos de impedirle estar juntas en el proceso de reparación luego de todo lo que han vivido”.
Esta medida de protección corre de forma paralela a la petición de indulto de Yesenia, el que se basa en un informe de gendarmería, que a juicio de las expertas “es muy favorable”, ya que “Yesenia tomó conciencia de lo que había hecho. Hay un profundo arrepentimiento. Sabe que no se puede hacer justicia por sus propias manos. Asimismo el informe señala como conclusión de que la pena ya se tiene por cumplida. Es decir, con el tiempo que ella ha estado privada de libertad ya ha tenido conocimiento de que eso ya no lo puede volver a hacer”, explicó la también abogada de la Defensoría Penal Pública Dalet Ramírez.
“Hay que tener en cuenta que el indulto se va a demorar mucho tiempo (...) No vamos a esperar dos o tres años de que se resuelva un indulto y que siga pasando el tiempo, el cual es perjudicial para ambas, manteniendo así la violencia hacia Yesenia y su hija”.
Para la Fundación Pájarx entre Púas, “es fundamental visualizar la necesidad urgente de una justicia con perspectiva de género que vaya en favor de los derechos humanos, derechos de infancias y derechos de las mujeres. Vemos con dolor, enojo y frustración como mujeres, diversidades e infancias están en desprotección frente a hechos de violencia. Lamentablemente aún hoy en día , los delitos de violación y violencia de género están normalizados y con poca conciencia de la gravedad y daño que provocan individualmente Pero también a la comunidad. El caso de Yesenia es un claro ejemplo de cómo la justicia sin esta perspectiva de género, tiende a empeorar los problemas, causando mayor violencia , dejando muchas veces a infancias en abandono. Yesenia y su hija merecen estar juntas y sanar de los traumas que tanto el hombre como el estado les han provocado. Ellas merecen ser escuchadas”, explicó Myr Chávez.
“Si hablamos de seguridad, que sea en protección del tejido social que se construye desde las familias, desde madres sostenedoras de sus hogares que llevan adelante a sus hijas e hijos para un futuro mejor. El Estado debe ver a estás mujeres como las que lideran procesos de reparación en sus comunidades”, puntualizó.
La madre de Yesenia, Sandra Banda, afirmó en el lugar que si bien la niña ha recibido ayuda psicológica, “no repara el daño que le han hecho. El daño que le hizo el padre no consiste en una psicóloga, porque eso no lo borra nadie, lo único que la puede ayudar es su madre, la cual en este momento no está con ella. Solo pedimos una oportunidad a mi hija”.