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Tres patologías cardiácas de difícil diagnóstico y posible muerte súbita

05/12/2021
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Hace tres semanas, una estudiante de apenas 17 años murió al interior de un gimnasio de la comuna de Villa Alemana, en la Región de Valparaíso, mientras realizaba una exigente rutina de ejercicios.

Su deceso causó un gran impacto en la comunidad, ya que hizo recordar otros casos similares ocurridos en el último tiempo en Chile y en otros países, los cuales han afectado tanto a gente común como a deportistas de alto nivel.

Según explica el médico cardiólogo y director del Laboratorio Experimental de Cardiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Rienzi Díaz, existe una serie de factores de riesgo que elevan la posibilidad de que una persona de entre 15 y 40 años sufra un episodio de este tipo, entre los cuales destaca a la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y el colesterol alto.

“Las personas que padecen alguna de estas condiciones son más propensas a sufrir problemas cardiacos si practican ejercicio por primera vez o deciden retomar la actividad física después de mucho tiempo. Quien esté afectado por alguna de ellas debe tomar en cuenta esto y hacerse una evaluación o examen antes de iniciar una rutina de ejercicios. Muchas veces los jóvenes creen que por su edad están menos expuestos a sufrir un problema cardiaco o un infarto, pero eso no es así, por lo que la recomendación es que se hagan un chequeo” afirma el doctor Díaz.

Sin embargo, el cardiólogo e investigador de la UV advierte que además de los factores de riesgo señalados la gente joven debe considerar el eventual padecimiento de ciertas patologías del corazón difíciles de detectar y que son la primera causa de muerte súbita entre la gente joven que hace ejercicio e incluso en deportistas consumados o que practican disciplinas a alto nivel.

Se trata de la miocarditis hipertrófica, la displasia arritmogénica y la enfermedad congénita de las arterias coronarias.

“La miocarditis hipertrófica está asociada a un cierto patrón genético y puede no dar síntomas.  A su vez, la displasia arritmogénica del ventrículo derecho se caracteriza por generar arritmias ventriculares complejas, mientras que la enfermedad congénita de las arterias coronarias afecta a personas que nacen con una arteria anómala o que tiene un trayecto anómalo y que cuando la persona hace ejercicio en forma extrema el flujo coronario se puede alterar y, como resultado de ello, el paciente desarrolla una isquemia que deriva en una arritmia ventricular. Todas ellas conforman la primera causa de muerte súbita. Los ciclistas y los futbolistas son los más afectados por ellas”, precisa el director del Laboratorio Experimental de Cardiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

¿Cómo diagnosticarlas?

Por sus características, estas patologías muchas veces pasan inadvertidas hasta que sin previo aviso ocurre un episodio que por lo general termina siendo mortal. No obstante, el doctor Rienzi Díaz advierte que hay varios exámenes que son capaces de detectarlas a tiempo. Entre ellos menciona el electrocardiograma de reposo y el electrocardiograma de ejercicio o test de esfuerzo.

“En general, si una persona tiene una miocardiopatía o una enfermedad coronaria puede producir alteración del flujo coronario que -a su vez- puede ser detectado por estos exámenes, aunque en ocasiones no son diagnósticos y constituyen los llamados falsos negativos. Otros exámenes complementarios que pueden ser considerados son la ecocardiografía, que habitualmente es un diagnóstico para la miocardiopatía hipertrófica o la displasia arritmogénica. Por último, está el escáner de las arterias coronarias o coronariografía no invasiva, que es el examen ideal para detectar anomalías de arterias coronarias y que, si se aplicara teóricamente a todo deportista, se podría prevenir la muerte por esta causa.  En síntesis, para estas patologías, que por lo general no presentan síntomas y a veces son difíciles de diagnosticar, existe una batería de exámenes que permiten detectarlas de manera oportuna”, argumenta el médico cardiólogo de la UV.

Baja prevalencia

A pesar de que encierran un riesgo alto de mortalidad, estos males no son comunes. En efecto, su prevalencia es baja en la población general, siendo la miocardiopatía hipertrófica la más frecuente.

El problema con ellas es que pueden afectar a gente joven desde antes de que comiencen a hacer ejercicio, ya sea por primera vez o en forma esporádica e incluso cuando lo hace de manera sistemática.

“Por eso es importante y necesario que quienes decidan realizar actividad física se realicen en forma previa un chequeo completo para conocer cuál es su real condición cardiaca, independiente de la edad y más todavía si se trata de personas sedentarias y obesas, o que tienen factores de riesgo asociados, que acuden por primera vez a un gimnasio o deciden iniciar por sí solos una rutina de ejercicios”, concluye el médico Rienzi Díaz.