Luego de la ola de críticas y la indignación ciudadana que ha provocado la llamada "Ley Mordaza" aprobada por el Senado, que sancionaría penalmente a quienes resulten responsables de filtrar a la prensa detalles de investigaciones judiciales, el Gobierno dejó abierta la puerta para hacer nuevas modificaciones que suavicen la normativa y garanticen la libertad de prensa.
Aunque el Senado echó pie atrás y dejó fuera de las sanciones a la prensa y la ley aún debe ser confirmada por la Cámara de Diputados, donde su aprobación no está garantizada, todavía es considerada por muchos sectores como destinada a evitar que se conozca la verdad respecto a eventuales delitos cometidos por políticos o empresarios.
Ayer el ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz, dijo que "hay que evitar de manera absoluta y categórica cualquier efecto que esto tuviese sobre la restricción al derecho a la libertad de información o la libertad de prensa y, desde esa perspectiva, creo que es un tema que tenemos que examinar con detalle. El rol de la prensa es demasiado importante como para ponerlo en riesgo", enfatizó.
Díaz explicó que es fundamental que el parlamento no apruebe leyes que pongan en riesgo el ejercicio de ciertos derechos. "Hay que buscar un equilibrio que permita que ningún derecho se vea afectado y entiendo que algo se avanzó en el Senado aún hay tiempo en el proceso legislativo si es que se estimara conveniente hacer algunos ajustes", dijo.