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Laboratorio de Medicina UV será único en la región en realizar secuenciación genómica al Covid-19

08/06/2021
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Con el objetivo de identificar y caracterizar las distintas cepas del Covid-19 que se han formado y han recorrido el mundo, es que el Ministerio de Salud y junto al Ministerio de Ciencias se ha dado cuenta de los avances que la Red de Vigilancia Genómica ha tenido en estudios relacionados al virus pandémico. Para incrementar esa capacidad de seguimiento y prepararse para eventuales rebrotes con cepas distintas, es que el Laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso comenzará un Plan Piloto de Vigilancia Genómica, financiado por el Consejo Regional.

Esta compra, que consta en aproximadamente $70 millones, permitirá adquirir entre 10 a 15 muestras y los reactivos necesarios para secuenciarlos, solicitadas por el Instituto de Salud Pública, las que ayudarán a comprobar la capacidad de secuenciación del laboratorio para incorporarse al plan nacional que se dedicará a esta tarea. Si bien existen múltiples laboratorios actualmente enfocados en esto, el de Medicina UV será el único en la región en cumplir con este objetivo.

En un plan de mejoramiento institucional de la UV, se adquirió hace un tiempo un secuenciador NGS (Secuenciador de Nueva Generación), maquinaria que permite secuenciar gran cantidad de segmentos de ADN de forma masiva, rápida y a menor costo. La que fue comprada por la casa de estudios actualmente se encuentra en periodo de calibración, pero una vez lista y adquiridos los reactivos, podrá iniciarse el proceso tecnológico, que duraría entre dos a tres días.

Uno de los investigadores, el académico Mario Párraga, explicó que el principal objetivo es conocer las características de las cepas que circulan por la región y el país de Covid-19, como saber qué síntomas se manifiestan en las personas según las características de los usuarios, así como identificar las regiones del virus en las que se producen mayores mutaciones.

La investigación, que será apoyada por múltiples profesionales, consta en recepcionar las muestras, extraer el RNA del virus de ellas, y someterlas a amplificación con reactivos específicos de secuenciación para localizar las zonas puntuales donde se produce un mayor número de mutaciones. Este material se incorpora al secuenciador NGS y determinará la secuencia, nucleótido a nucleótido, del ácido nucleico de esos virus. Toda esta información se cargará a una base de datos que la procesará y evaluará bajo diversos controles para cuidar que el resultado no se encuentra intervenido por errores en el proceso de secuenciación, sino que es fidedigno y puede considerarse para el futuro.

Párraga destaca que estos estudios se realicen a nivel local, ya que aún existen condiciones que permiten una alta circulación del virus y, por tanto, un alto índice de contagios, como la apertura de las fronteras en varios países. Esto, sumado a la gran cantidad de casos nuevos diarios, genera el escenario ideal para que el virus mute e incluso, se adapte para generar mayor resistencia.

El académico sostiene que estas investigaciones tienen una perspectiva en el largo plazo, ya que podrá predecir las características del virus en caso de un rebrote, para asociarlo a alguna variante ya estudiada.

Una vez concluido el Plan Piloto, el laboratorio podrá integrarse a la Red de Vigilancia Genómica para comenzar una secuenciación del virus con hasta 500 muestras semanales, lo que también requerirá un esfuerzo interinstitucional para adquirir los reactivos, ya que cada uno bordea los $200 o $300 mil.