Skip to main content

Alejandro Lecaros: “En Chile las bandas emergentes deben sortear muros infranqueables”

30/05/2025
Comparte

Creó cuatro empresas exitosas, liderando el mercado de los equipos dentales, la construcción y las pistas de skate en el país. Desde hace un tiempo está empeñado en impulsar el rock nacional como cantautor emergente. Advierte “profundas inequidades en oportunidades para los artistas nacionales, existiendo enormes talentos en Chile; al final, muchos optan por irse”.

Que nadie es profeta en su tierra, el dicho que muchos artistas reconocen y enfrentan al tomar decisiones de vida como irse del país para ser reconocidos. Uno de los temas que el cantautor viñamarino-santiaguino, Alejandro Lecaros, pone sobre la mesa cuando relata las dificultades que enfrentan no sólo las bandas emergentes, sino todos quienes buscar un espacio en el mundo de las culturas y las artes; en su caso, la música.

En Chile, según lo que señala Lecaros, persisten 25 bandas, incluyendo las más conocidas que han trascendido por décadas, algunas no activas en producción, más bien clásicos como Los Jaivas o Los Prisioneros, y que concentran al 95 por ciento de los oyentes de la producción nacional, “con un escaso acceso a los medios de comunicación y con muy pocos programas o espacios dedicados al fomento de las creaciones nacionales, especialmente en el rock. Las grandes emisoras, de alta penetración, ofrecen hoy un mínimo de espacio al rock nacional; la gran oferta es para el rock internacional”.

Lecaros ha optado por el rock alternativo, trabajando actualmente con el productor musical Ricardo Bustos y Sebastián Rehbein. Después de haber pasado por otros géneros musicales, hoy busca que sus canciones, además de motivar desde el rock, cautiven por letras de corte más bien existencialistas, tal como ocurre con su último tema “Escarcha sin piedad”, buscando conectar lo personal con lo colectivo, lo lírico con lo emocional, con un formato que apela “a una experiencia sensible desde la energía del rock”. Sobre la realidad nacional, agrega que “lo más fácil para quienes pueden organizar eventos masivos, municipios o similares, es llamar a las bandas consagradas, pero que curiosamente no tienen nuevas producciones, son los mismos temas desde hace años".

"En Chile hay una enorme cantidad de bandas emergentes que con dificultad se abren espacio y que van quedando en el camino, en nichos, tratando de salvar muros a veces infranqueables.” ¿Cómo seguir y no morir en el intento? “Por el momento todos los emergentes intentamos buscar espacios a través de Spotify, pero evidentemente faltan lugares para cantar en vivo, para mostrar las producciones nacionales, para qué hablar de lo que cuesta grabar, casi imposible a menos que no se pongan recursos propios. No por nada muchos se han ido y lo siguen haciendo. Es imperioso profesionalizar las bandas y para ello se requiere apoyo, tanto como poder optar a espacios y lugares para tocar”. Frente a las adversidades, asegura que “aquí no todo lo que tiene que hacer el Estado, debe haber un mix, hay responsabilidades compartidas y también generar cambios culturales que apoyen la producción nacional. Mon Laferte y tantos otros triunfaron afuera, no por nada”.