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Una nueva esperanza para Valparaíso en manos de una porteña y primera alcaldesa electa

28/10/2024
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Camila Nieto será la nueva y primera alcaldesa de Valparaíso, luego de imponerse en los comicios de ayer con más de 40 mil sufragios, en una comuna cuya participación llegó al 78%, por debajo del promedio nacional que fue de 84%. Y aunque su votación representa solo el 28 por ciento de los votos emitidos, lo cierto es que ese porcentaje es parte del 80 por ciento de porteños y porteñas que, al no votar a la candidata de continuidad que definió Jorge Sharp, manifestaron de modo contundente su rechazo a la gestión de un alcalde que tras 8 años se retira con una estrepitosa derrota, la cual, tal vez ya presumía, por lo que prematuramente desistió de competir. 

Carla Meyer, elegida a dedo por Sharp, representó para los votantes porteños la expresión de un proyecto que el tiempo demostró que nunca tuvo como norte mejorar la vida de quienes habitan la ciudad y cuya herencia es una ciudad completamente abandonada a su suerte y que vive una frustrante agonía como resultado del quehacer de una autoridad que, alejada de los problemas y necesidades de la ciudad y su gente, se convirtió en la expresión de un proyecto personal ajeno a la realidad y carente de una visión de ciudad.

Quizás la mejor expresión de la pobreza de logros de la llamada alcaldía ciudadana lo evidencia el propio alcalde Sharp cuando, entrevistado por CNN luego de sufragar el sábado pasado, y ante una consulta sobre el legado de su gestión, exhibe como su gran logro en 8 años que el municipio maneje el sistema de parquímetros de la ciudad. Esa respuesta no hace nada más que poner a la vista la escasez de ideas y la falta de un proyecto de ciudad del jefe comunal, el cual una y otra vez demostró su desconexión respecto de los requerimientos de la comuna, mientras sus afanes estaban centrados en asuntos políticos de tono menor ajenos a su rol como alcalde, todo lo cual terminó por sepultar lo que alguna vez pareció un movimiento revitalizador, pero que al poco tiempo decantó en una incapacidad manifiesta, traducida en el abandono de importantes zona de la ciudad, en la casi nula realización de obras y proyectos, en un complejo acuerdo para el desarrollo portuario y en la inexistencia de una mirada de futuro para la ciudad, lo que da cuenta no solo de una mala gestión sino que también de cierta pobreza intelectual. 

Camila Nieto tiene, entonces, el enorme desafío de superar el marasmo en que está sumida la ciudad, cuyos habitantes con claridad rechazaron en las urnas a un municipio que nunca dio pruebas de tener una real preocupación por el destino de la ciudad a la que convirtió en una urbe opaca, lejana de esa joya que encandiló no solo a los chilenos sino que también a cientos de extranjeros. Como porteña de nacimiento debe saber que no se trata de cualquier ciudad, sino que de una que requiere recuperar su esplendor, atrayendo inversiones y promoviendo la creación de negocios, que generen trabajo de calidad para las y los porteños, quizás la mayor urgencia. Que vuelva a recuperar el plan de la ciudad, que siempre fue el punto de encuentro de las y los ciudadanos.

Los que nacimos y vivimos en Valparaíso sabemos que nuestra vida transcurre subiendo y bajando y que ese estrecho paño que es el plan ha sido siempre el punto de encuentro de todos y todas. No queremos vivir en gethos en los cerros, queremos vivir en una ciudad que nos pertenece a todos y todas, en la cual su plan nos acoge cuando vamos al trabajo, a estudiar o simplemente a pasear o carretear de modo seguro. Queremos que los paseos sean para todos, no solo para los turistas, que recuperemos los ascensores, que son verdaderamente el orgullo de la ciudad y que hoy son el más fiel reflejo del abandono en que está sumida la comuna.

El porteño es resiliente por naturaleza y hoy se levanta con una nueva esperanza. El desafío es mayúsculo para la nueva alcaldesa. Que esté a la altura no será el triunfo de un municipio -ojalá sin apellidos- ni de su sector, sino de la ciudad de Valparaíso, la más linda de Chile.