Justicia indaga existencia de fosa común con desparecidos en Cementerio 3 de Playa Ancha
Hoy comenzará en el Cementerio municipal N°3 de Playa Ancha desde la mañana una diligencia judicial pendiente en el caso de la desaparición del sacerdote británico Miguel Woodward. La pericia tiene como objetivo buscar los restos del sacerdote desaparecido en septiembre de 1973, y potencialmente a otros restos pertenecientes a víctimas de violaciones a los Derechos Humanos durante la Dictadura Militar.
Desde la Corte de Apelaciones de Valparaíso, donde se sustancian las cerca de 400 causas de Derechos Humanos, se informó que partirán las pericias con una diligencia de prospección por georadar de ciertos sectores del cementerio, "en particular zonas que son de interés para la investigación, todo en el marco del plan de búsqueda de osamentas". El grupo trabajará con el ministro con dedicación exclusiva para causas de Derechos Humanos, Max Cancino.
En varias causas relacionadas con el período represivo en la zona, hay antecedentes que describen que después del golpe se llevaron cuerpos al Cementerio N°3 para tirarlos a fosas, lo que se habría realizado principalmente con los camposantos cerrados o con algunos funcionarios.
Organizaciones de Derechos Humanos han señalado la importancia de estar presente en esta búsqueda. Javier Rodríguez, vocero del Grupo de amigos de Miguel Woodward, valoró la pericia, "A nosotros nos llena de esperanza y fe, de que alguna vez podamos encontrar a Miguel y a un compañero o compañera. Sabemos que él llego al cementerio, porque hay registros de su ingreso. Las agrupaciones buscan a sus personas detenidas desaparecidas". También señaló que esta pericia debe considerar cualquier indicio que pueda ayudar a dar con el paradero de personas.
El año 2017 se indagó la existencia de una fosa común al interior del Cementerio 3 de Playa Ancha, con restos de detenidos desaparecidos desde septiembre de 1973. En esa oportunidad, los antecedentes fueron puestos en conocimiento del ministro Jaime Arancibia Pinto, quien ya había indagado sectores del cementerio en los cuales, funcionarios de la Armada de la época podrían haber cavado fosas y enterrado cuerpos de personas detenidas y torturadas a comienzos de la dictadura cívico militar.
El caso de Miguel Woodward se remota a los primeros días de la dictadura militar, cuando fue detenido por efectivos militares en el Cerro Placeres de Valparaíso, donde realizaba su trabajo político y social. Posteriormente fue llevado a la Universidad técnica Federico Santa María, trasladado y torturado en el Buque Escuela Esmeralda de la Armada y después de ser desembarcado en mala condición de salud, y subido a un vehículo se pierde su paradero, por lo que se mantiene en condición de Detenido desaparecido.