Gladys Barrios y la incansable búsqueda de justicia por el asesinato de su hermano Marcelo
Un 31 de agosto de 1989 en que ocurrió el asesinato de Marcelo Barrios Andrade, militante del FPMR, quien bajo la excusa de una orden judicial para detenerlo, es rodeado en su domicilio por un contingente de infantería de marina en el sector de Cerro Yungay y atacan el inmueble con ráfagas y armamento pesado, lo que le costó la vida.
En junio de este año, la Corte de Apelaciones de Valparaíso condenó al oficial de la Armada en retiro Sergio Patricio Esteban Chiffelle Kirby a la pena de cumplimiento efectivo de 15 años y un día de presidio y confirmó en 10 años y un día las penas impuesta a los suboficiales a la época de los hechos, Luis Osvaldo de Lourdes Ceballos Guerra y Óscar Arturo Aspée Aspée, como coautores del delito.
El fallo señala explícitamente: “Que, el delito de homicidio calificado perpetrado en la persona de Marcelo Esteban Barrios Andrade, atendida la naturaleza de los sucesos demostrados, lo fue en carácter de crimen de lesa humanidad, toda vez que el ilícito pesquisado ocurrió en un contexto de violaciones a los derechos humanos graves, masivas y sistemáticas, verificadas por agentes del Estado, constituyendo la víctima de este caso y muchas otras un instrumento dentro de una política a escala general de exclusión, hostigamiento, persecución o exterminio de un grupo de numerosos compatriotas a quienes, en la época inmediata y posterior al once de septiembre de mil novecientos setenta y tres, se les sindicó de pertenecer ideológicamente al régimen político depuesto o que por cualquier circunstancia fueran considerados sospechosos de oponerse o entorpecer la realización de la construcción social y política ideada por los detentadores del poder".
Agrega el fallo que el caso demuestra acciones para "la impunidad a los ejecutores de dicho programa mediante la no interferencia en sus métodos, tanto con el ocultamiento de la realidad ante la solicitud de los tribunales ordinarios de justicia de informes atingentes, como por la utilización del poder estatal para persuadir a la opinión pública local y extranjera que las denuncias formuladas al efecto eran falsas y respondían a una campaña tendiente a desprestigiar al régimen militar autoritario. Así, personas que se sirven de medios e instrumentos estatales para perpetrar tan graves crímenes contra los derechos y libertades fundamentales del individuo, se envuelven en un manto de impunidad tejido con recursos propios del Estado”, concluye.
A pesar de esta resolución, su hermana mayor, Gladys Barrios, considera que no ha existido verdadera justicia, por todo lo que ha debido pasar como persona ante los organismos del Estado, para exigir su responsabilidad por la muerte de su hermano, compartimos su testimonio del año 2023, interpelado Justicia y Memoria.