Se han generado convocatorias masivas entorno a Leda Bergonzi, la denominada "sanadora de Rosario". Muchas personas adultos mayores, enfermos o con movilidad reducida, soportaron largas horas de espera bajo altas temperaturas, con tal de tener contacto directo con ella, quien dice ser un instrumento de Dios. 

En una carta publicada en El Mercurio y firmada por docentes en bioética que critican no la venida de Bergonzi, sino que sus dichos respecto a los enfermos de cáncer. La misiva firmada por Mariana Dittborn y Sofía Salas, docentes investigadoras en Bioética, UDD; Constanza Micolich, del equipo de cuidados paliativos del Hospital Carlos van Buren; y Daniel Rojas, docentes en Psicooncología y Bioética, UDP, señalan aspectos de sus mensajes. 

"Valorando y respetando la espiritualidad de las personas enfermas", este grupo profesional manifestó preocupación por los dichos de Leda Bergonzi sobre el cáncer: "Sabemos que tiene un origen, que es la falta de perdón". 

"Aseveraciones como esta han culpabilizado históricamente a las personas con cáncer sobre su enfermedad, atribuyendo su aparición a una mala gestión emocional, ignorando la evidencia que ha desestimado permanentemente esta creencia. Pese al tinte humanizado de los dichos, lo que hacen es responsabilizar a los pacientes sobre su enfermedad", afirman. 

"Estas creencias, además de falaces, resultan poco compasivas, ya que entonces a los padecientes, además de hacer frente a los dolores de la enfermedad, se les exige situarse en una posición moral hiperexigente", indican.

Conversamos Constanza Micolich, del servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Van Buren.