El experto, Mauro Rosi, jefe de la Unidad para América Latina y el Caribe, del Centro del patrimonio mundial de UNESCO, hizo un llamado en los 20 años de Valparaíso patrimonio de la humanidad para “trabajar y articular el nivel político y el nivel comunitario con el trabajo académico”.

Él expuso en la Universidad de Valparaíso, en el seminario "Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad.  A 20 años de la Inscripción UNESCO.  Balances y desafíos.", encuentro  organizado desde nuestra Universidad con el trabajo colaborativo entre el Programa de Magíster en Patrimonio de la  Facultad de Arquitectura,  el Centro de Estudios y Gestión del Patrimonio de la Facultad de Humanidades y Educación, la Dirección de Extensión y Comunicaciones de nuestra Universidad.

"Es el momento de una reflexión profunda, de tipo académica, un poco alejada de las presiones políticas y de las exigencias de la gestión inmediata", señaló Rosi en el inicio de su intervención.

Él fue parte de la misión técnica que visitó la ciudad hace poco, "soy testigo de la importancia de Valparaíso, como sitio de patrimonio mundial y soy testigo de los problemas del Valparaíso de hoy y que son comparativamente muy comunes a todas las ciudades de hoy, no sólo en América Latina y el Caribe, sino en todo el mundo", agregó.

Para Rosi, los problemas que vive la urbe son temas que superan a la propia ciudad, "son problemas que vemos en Roma, Viena, La Habana, Lima. Más allá de los contextos específicos, las municipalidades deben atender materias de agua, acceso a la salud, vivienda, limpieza, etc. y además de gestionar los valores universales, es decir, las características específicas por las cuales están inscritas en la lista", señaló.

El representante de UNESCO recordó cuáles son esas características específicas de la ciudad puerto, "Valparaíso está inscrito bajo el criterio tres, es decir, como testimonio único de una tradición viva o desaparecida. No por ser una obra genial, por las prácticas o tradiciones culturales, ni características naturales".

El experto quiso profundizar en el significado del testimonio, como “testigo de un sedimento histórico de muchas tradiciones y aportes internacionales de gente que llego durante  siglos a Valparaíso desde todas partes del mundo y que ha creado este sedimento que es físicamente arquitectural y urbanístico, pero al mismo tiempo una representación de una serie de visiones del mundo de la cultura de estos mismos aportes".

De este modo, Rosi abordó el tema de cumplirse 20 años del hito de la ciudad, “después de la inscripción el mundo ha cambiado, la sociedad es más diversa, no sólo Chile, Valparaíso y sus entornos, entonces los desafíos son inmensos. Tenemos problemas de presupuesto público, de seguridad, de gentrificación, digo tenemos y no digo ustedes tienen en Valparaíso, porque son verdaderamente globales, se dan en Roma, Lima o Dakar, por eso no es fácil encontrar una solución", agregó.

Proyectando este diagnóstico, Rosi dio líneas de propuestas, "hay unas recetas básicas, ser participativos, mirar las buenas prácticas, utilizar la instancia extraordinaria de sitio de patrimonio mundial, porque eso da acceso a cooperación internacional, por eso hemos hecho una cooperación técnica, hay una ventaja, hay recetas, pero no son finales ni suficientes", dijo

"Hay que trabajar y articular el nivel político y el nivel comunitario con el trabajo académico, la reflexión va a ser muy importante, como paso para ir en adelante a la acción, para que Valparaíso puede seguir siendo la que fue siempre para las generaciones futuras", finalizó.

El Seminario tuvo como objetivo reunirse en torno a la Inscripción de Valparaíso en el Listado de Patrimonio Mundial UNESCO que este julio de 2023 cumple 20 años.

Puedes escuchar la exposición del experto.