La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso acogió un recurso de nulidad que presentó la sede del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) e instruyó al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar realizar un nuevo juicio por los disparos efectuados por los carabineros Mario Guzmán Yuri y Mario Arancibia González en la Plaza Sucre de esa misma ciudad, que hirieron con balas a ocho personas durante una manifestación por la crisis social en octubre de 2019.

En una decisión de mayoría, los ministros determinaron que “el fallo recurrido adolece de falta de fundamentación, lo que conduce a su anulación”. Se reparó en que la sentencia de primera instancia del TJOP de Viña indica por un lado que no se acreditó intención dolosa de Mario Arancibia González de apremiar ilegítimamente a las víctimas, pero al mismo tiempo afirma que esas víctimas sufrieron lesiones que les causaron daños físicos e interrumpieron sus actividades de todo tipo.

El mismo razonamiento llevó a la Corte de Apelaciones a abordar la situación del otro imputado: Mario Guzmán Yuri “La concatenación de hechos y de posibilidades de calificación jurídica hacen imposible conservar parcialmente la sentencia, ya que las inconsistencias en el razonamiento conducen a las inconsistencias respecto de todos los acusados y por todos los ilícitos, salvo lo que se refiere a la falsificación (de instrumento público)”.

De tal manera, el tribunal de alzada resolvió que “se anula la sentencia y el juicio que la precedió, debiendo remitirse los antecedentes al tribunal no inhabilitado que corresponda para la realización de un nuevo juicio oral”.

Destacó la resolución, el director regional del INDH, Fernando Martínez, quien hizo hincapié que el fallo sólo implica la necesidad de un nuevo proceso, sin establecer todavía una reponsabilidad penal.

Cabe recordar que el pasado febrero el sargento Mario Arancibia González fue condenado a tres años y un día por el delito de disparos injustificados, y a 600 días por lesiones graves, mientras que el capitán Mario Guzmán Yuri, actualmente mayor, recibió tres años y un día por disparos injustificados. Ambos uniformados se encontraban acusados por el delito de apremios ilegítimos, delito que el TJOP de Viña resolvió desechar, lo que condujo a penas más bajas.