El presidente del Colegio Médico regional Valparaíso y académico de nuestra casa de estudios, Luis Ignacio De la Torre, analizó el actual debate sobre las Isapres. "Este es un problema muy complejo y que requiere muchas miradas que no deben venir desde la trinchera ideológica ni del dogma", dijo.

"Esta es una crisis que tiene al menos 10 años de incubación, pero ni los directivos de las Isapres ni la autoridad legislativa se pusieron las pilas para resolver un problema hacía que todos los años cerca de 200 mil a 300 mil personas presentaran causas judiciales para detener cobros excesivos e injustos", aseveró.

"Más del 95% de los casi dos millones de juicios realizados la respuesta fue a favor de los afiliados, porque estaban ocupando tablas de factores que no correspondían", señaló.

Para De la Torre, la postura de las Isapres, en orden a que no hubo cobros excesivos y que cumplir con el fallo de la Corte Suprema, significa la quiebra del sistema, "es una postura que está muy atrincherada, porque frente a ese planteamiento  ¿cómo me siento yo a discutir como mejorar el sistema?" De la Torre señala que, por lo dicho, desde la industria se insistiría en seguir en las mismas condiciones que antes del fallo.

El presidente del Colegio Médico Regional Valparaíso señala que Fonasa tampoco está en buen pie en este minuto, debido a las necesidades de personal, de recursos y con listas de espera en hospitales e interconsultas con plazos para efectuarse entre 1 y 2 años. Si a eso se suma la situación de las clínicas, por los pasivos generados, "este es un problema que compromete al sistema de salud en su totalidad, la red de salud es una sola", afirmó. 

El académico de nuestra casa de estudios, apunta a que esto afecta al 15 por ciento de personas en el sector privado y el 80 por ciento del sector público. "Las soluciones deben estar centradas en el afiliado a Fonasa y a Isapre".

El dirigente del gremio, señaló que se debe partir con la existencia de seguros basales universales, además de una red de centros de salud pública y privada que actúen "de manera colaborativa y en sintonía". En este punto propuso que también se integren al sistema los recintos de salud pertenecientes a las Fuerzas Armadas.

Para De la Torre, el modelo de integración de los sistemas que operó en pandemia "fue espectacular, funcionó muy bien, porque a nadie se le negó una cama para el Covid cuando lo necesitaba y ahora tenemos cerca de 60 mil personas con garantías GES retrasadas en la red pública".