Mauricio Pulgar: "La Iglesia está secuestrada por una red de abuso sexual operando hasta hoy"
El denunciante contra la Iglesia Católica, Mauricio Pulgar, se refirió a los casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la institución.
En conversación con Reporte Valentín Letelier, Pulgar justificó el desistimiento de la acción civil presentada contra la institución, “tampoco íbamos a lograr mucho más en el reconocimiento de los abusos por parte del Obispado”, señaló.
Las denuncias se presentaron contra Jaime da Fonseca, Humberto Henríquez, actualmente expulsados del estado clerical, además de Mauro Ojeda y José Olguín, suspendidos del ministerio, pero aún sin sanciones eclesiásticas. A eso se agregan al ex obispo Gonzalo Duarte, con proceso pendiente en El Vaticano y Javier Prado, actualmente fallecido. Jorge Medina también es considerado por Pulgar como encubridor y financista de estos actos.
Pulgar espera que en el mes de septiembre se va a publicar el libro “El denunciante”, donde da cuenta de diversos hechos ocurridos en estos mismos casos como parte “de un proceso personal”, con diversos documentos y material multimedia, para respaldar las denuncias formuladas contra la Iglesia, “jamás mentimos”, dijo.
El libro tiene el objetivo de demostrar la existencia de “una red de abuso sexual que se llama El Círculo que está extendida a lo largo del país, tiene poder económico, líderes y protectores, laicas y laicos, que han ayudado a mantener escondidos a sacerdotes, aun estando condenados. La Iglesia está secuestrada por esta red de abuso sexual y está operando hasta el día de hoy”.
“Los culpables de la deshonra del nombre de la Iglesia de Valparaíso, son los que violaron, torturaron, secuestraron, manipularon y se robaron el dinero de la iglesia. Cada denunciante hizo que se supiera la verdad”.
Sus declaraciones se producen luego que cinco víctimas de abuso sexual desistieran de demanda civil: Marcelo Soto, Sebastián del Río, Gustavo Donoso, Marcelo Rodríguez y el mismo Mauricio Pulgar, quienes fueron seminaristas del Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez, entre 1992 y 2007. “No vamos a parar hasta sacar al último pedófilo y abusador sexual de la Iglesia. La estructura que los coarta es lo que hay que destruir”, finalizó.