La Justicia absolvió este miércoles al candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, en el cierre del juicio que enfrentó en el denominado "caso OAS", como autor de fraude de subvenciones. En la resolución, se apuntó a "imprecisiones y falta de elementos de corroboración" en la acusación que presentó la Fiscalía.

No corrió la misma suerte Cristián Warner, ex asesor y ex "mano derecha" de Enríquez-Ominami, que fue declarado culpable de delitos tributarios. La fiscal Ximena Chong, destacó del fallo que se condenó a Cristián Warner por delitos tributarios y apuntó a que según el Tribunal "el candidato es el responsable de la rendición de la cuenta electoral".

A pesar de la condena, Enríquez-Ominami no le ha quitado respaldo: "todo mi apoyo y solidaridad a Cristian Warner, gran amigo y profesional que estuvo incondicionalmente al servicio del cambio en Chile", escribió en su cuenta de Twitter.

Lo cierto es que esta no es la primera vez que un asesor cercano de Enríquez-Ominami cae ante la Justicia en el marco de campañas políticas. Para eso es necesario recordar el caso de los Programas de Generación de Empleo (PGE) o "Empleos brujos", que involucró a una serie de candidaturas parlamentarias en la Región de Valparaíso, principalmente pertenecientes al PS y PPD.

El caso se destapó el 2005, cuando en ese entonces alcalde de Quillota, Luis Mella (DC), denunció el uso de fondos PGE para pagar a 45 trabajadores en obras viales que nunca se realizaron. Las investigaciones de Fiscalía determinaron que hubo un desvío de fondos para que sus beneficiarios recibieran los pagos por realizar campaña para candidaturas parlamentarias, sin ejecutarse las obras, de ahí el nombre "Empleos Brujos".

Las indagatorias posteriores dieron con una serie de proyectos PGE en los cuales se repetía la situación y así el tema empezó a extenderse en diversas comunas de la Región de Valparaíso.  

En el caso se vieron involucrados una serie de congresistas de la época, como el diputado PPD Rodrigo González, el senador PS Carlos Ominami y su hijo, el entonces diputado PS por Quilpué, Villa Alemana, Olmué y Limache, Marco Enríquez-Ominami.

Finalmente, y después de una serie de investigaciones que estuvieron a cargo del entonces fiscal regional de Valparaíso, Jorge Abott, hoy fiscal nacional, los casos se cerraron el 2010, y ninguna de las personas con escaño fue considerada culpable, pero sí una serie de funcionarios, asesores y familiares.

En este grupo de personas condenadas por el caso PGE, se encuentra Edgardo Lepe, ex dirigente regional del Partido Socialista y quien en ese entonces era asesor del senador PS Carlos Ominami y mano derecha en la campaña parlamentaria del electo diputado PS Marco Enríquez-Ominami, además de Luis Fernández, también activista por la campaña del entonces candidato a diputado PS.

Enríquez-Ominami resultó libre de cualquier cargo en el caso. Después de una crisis interna que dividió al PS, renunció al partido junto a su padre y levantó su primera opción presidencial el 2009. Hoy se encuentra en el PRO, partido fundado por él y está enfocado en su cuarto intento por llegar a La Moneda.