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Municipios de Valparaíso y Casablanca se movilizan en contra proyecto de Torres de Alta Tensión

25/08/2021
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Para impedir el avance del megaproyecto energético “Nueva Línea 2x220 Nueva Alto Melipilla- Nueva Casablanca- La Pólvora- Agua Santa”, es que las Municipalidades de Valparaíso y Casablanca ingresaron cientos de observaciones dentro del plazo de participación ciudadana, luego de que el trazado original sufriera modificaciones.

En el caso de Valparaíso, la alcaldía señaló que buscan evitar que 21 torres de alta tensión se instalen en Placilla de Peñuelas, las cuales cruzan por el área urbana de la localidad, fundamentalmente en el sector del Tranque de la Luz y el Salto del Agua.

Pamela Ampuero, secretaria técnica del Plan Regulador Comunal, explicó que en la evaluación que hizo la empresa al momento de redactar su informe de impacto ambiental, omitió que el proyecto se emplaza en la reserva de la Biósfera, sin respetar “el patrimonio natural, cultural y sitios arqueológicos”. Asimismo, indicó que el proceso de participación ciudadana inicial no fue lo suficientemente amplio como para incluir a toda la comunidad.

Jennifer Araya, delegada municipal de Placilla de Peñuelas, aseguró que el impacto que tendría este proyecto en la localidad sería profundamente negativo, ya que “la comunidad siente que es necesario poder mantener y resguardar” los espacios donde se ubicarían estas torres, refiriéndose tanto al Salto del Agua como al Tranque de la Luz.

En el caso de Casablanca, se ingresaron 15 nuevas observaciones respecto del proyecto en la misma línea, las cuales destacan la ausencia de análisis de compatibilidad territorial del proyecto con el Plan Regulador Comunal actual de la comuna, puesto que en la zona de Santo Toribio la empresa está previendo construir torres a menos de 400 mts. en una zona donde a futuro se construirán viviendas sociales y un nuevo hospital para la comuna; el incumplimiento de la legislación ambiental relativa al reglamento de suelos, agua y humedales y en particular sobre la construcción y desactivación de caminos de acceso; falta de claridad con respecto a los criterios para determinar los impactos reales en la emisión de ruidos y vibraciones asociados a las operaciones; insuficiencia en la línea de base de arqueología, flora, biodiversidad y fauna; y deficiente predicción y evaluación de los impactos ambientales asociados a los campos electromagnéticos y al ruido, entre otros.

En ese sentido, su alcalde, Francisco Riquelme, declaró que los efectos negativos del proyecto son muy amplios, razón por la cual no debiese aprobarse bajo ninguna circunstancia, y criticó la débil legislación actual de Ley de Bases de Medio Ambiente en materia de participación ciudadana.

Además de las observaciones, organizaciones sociales ingresaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso, apuntando a que el proyecto es “ilegítimo, y perjudica tremendamente a la flora y población de Casablanca”, en especial por el poco tiempo disponible para ingresar las observaciones. Así lo sostuvo Marcela Loyola, Presidenta de la Coordinadora Ecológica de Casablanca.

El municipio de Casablanca apoyó con asesoría especializada de profesionales expertos en procesos de evaluación de impacto ambiental a los y las vecinas de localidades afectadas por el trazado, producto de ello la comunidad casablanquina también pudo presentar alrededor de 1.000 observaciones relevantes sobre la adenda del trazado.