La marina ha reiterado su voluntad de mantener y no retirar del frontis del Museo Marítimo Nacional la estatua en homenaje al almirante José Toribio Merino Castro, quien impulsó el golpe de Estado de 1973, dando inicio a la dictadura civil militar.

Esto se conoció mediante una comunicación por carta, enviada por el secretario general de la Armada, Raúl Zamorano, al presidente de la Fundación Memoria Histórica, el abogado Luis Mariano Rendón, contestando un requerimiento de información pública.

Hace algunas semanas, Rendón dio a conocer una reunión que sostuvo con Juan Andrés de la Maza cuando era jefe de la primera zona naval, antes de ser nombrado comandante de la Marina, en la cual el señala que el uniformado habría dejado entrever que la estatua en un futuro podría ser retirada.

De hecho, en una carta enviada el 24 de junio a de la Maza, Rendón cita este episodio, "tal como tuve la oportunidad de expresarle personalmente en la entrevista que mantuvimos en la Primera Zona Naval hace algún tiempo, mantener una estatua que homenajea a un responsable de violaciones a los derechos humanos constituye una mofa respecto de todas las víctimas de esas violaciones, entre las cuales me cuento. En efecto, homenajear a un responsable de crímenes cumple el nefasto rol de indicar a los actuales y futuros integrantes de esa institución y al país entero, que lo que hizo Merino estuvo bien e implícitamente, que si es preciso, habría que volver hacerlo", señala.

En la carta de respuesta enviada a Rendón, con fecha 20 de julio de este año, Zamorano señala la actual voluntad de la Armada en el tema, "no se ha modificado la decisión institucional de mantener el monumento en el lugar que se encuentra actualmente, la cual se encuentra respaldada en el ordenamiento jurídico vigente".

Ante esto, Rendón apuntó al nuevo mando de la Armada de Chile, "reitera decisión de anteriores mandos de no retirar la estatua del cabecilla del golpe de Estado de 1973 y responsable por las violaciones a los Derechos Humanos cometidas por esa institución".

"Desgraciadamente, el nuevo mando de la Armada, al igual que los anteriores, se aferra al homenaje al genocida Merino, demostrando que no entienden que Chile cambió y que la tolerancia para con los violadores de derechos humanos ya no es aceptada", agregó.

"La Armada insiste en abanderizarse con el rol político sangriento jugado por Merino al servicio de la oligarquía. Lo anterior deja en evidencia que Chile necesita nuevas Fuerzas de Defensa, que reemplacen a estas viejas instituciones ideologizadas y que se enajenan a la gran mayoría de Chile al homenajear a criminales de lesa humanidad", finalizó.

Hay que recordar que organizaciones de Derechos Humanos se reúnen el día 11 de cada mes para protestar en el Paseo 21 de mayo, a la salida del Museo Marítimo Nacional, para exigir el retiro de la figura.