Análisis: Académico Diego del Barrio desglosa proyecto de retiro del gobierno que duró sólo 18 horas
Análisis de un Nonato.
Diego del Barrio*
La propuesta original del Ejecutivo contemplaba: Un retiro de ingresos con un tope máximo de 150 UF, impuestos para el 10% de más altos ingresos y un reintegro de fondos con un 2% de cargo extra que se repartiría el empleador y el Estado con un tope de 0,3 UF, además de un bono saldo cero de 200 mil pesos, y un adelanto para pensionados de renta vitalicia de hasta un 10% de su reserva técnica, con un tope de 100 UF.
Lo más positivo de este anuncio es el bono 200 mil pesos, para aquellas personas que no tenían saldo y por lo tanto, no podían retirar nada y esa es la gente que más necesita recursos, cerca de 3 millones de afiliados y que consideraba una mayor carga fiscal de 850 millones de dólares. Su ventaja es que llega directamente a estas personas rápidamente, es una medida focalizada.
Como el retiro es un política regresiva, es decir, beneficia al que tiene más ahorro, el impuesto considerado no era mala medida, lo que tendría un efecto tributario de mayor recaudación de alrededor de 600 millones de dólares. Este impuesto desincentivaba a los que no necesitan con urgencia sus ahorros previsionales.
Otro de los puntos positivos es el retiro de las rentas vitalicias, ya que pensionados de vejez e invalidez y sobrevivencia, ya sea que tengan una modalidad de renta vitalicia, renta temporal con renta vitalicia diferida, o renta vitalicia inmediata con retiro programado, habían quedado fuera de los 2 retiros anteriores.
El reintegro hace ruido. Si bien existen voces acerca de ser una buena medida, con el concepto del “autopréstamo”, la propuesta no va por esa línea porque tiene dos componentes: El primero es el 1% con cargo al empleador, que podría llegar a considerarse un impuesto al trabajo, porque encarece la contratación y pone freno a la recuperación del empleo, lo que puede producir que por necesidad de trabajo se trabaje en negro o sin contrato, que es una de las causas actuales de las malas pensiones. Por trabajo informal o cotizar por mayor renta liquida por el mínino legal, esta medida causaría mayores tasas de desocupados. Lo segundo, el 1% por parte del Fisco, es un reforma previsional encubierta y mezcla políticas de emergencia con permanentes.
Así, la propuesta no es un reintegro, sino que un cambio en los parámetros para el sistema de pensiones y nuevamente era un política regresiva, porque iría universalmente en todas las cuentas individuales, incluso de quienes no retiraron con ninguna de las dos leyes anteriores.
*Diego del Barrio es director de la Escuela de Administración Pública, de la Facultad de CIencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso y experto en macroeconomía.