Se acoge a trámite acción que busca detener ampliación de la carretera F20 en Maitencillo
El pasado 25 de marzo la Corte de Apelaciones de Valparaíso acogió a trámite el recurso de protección interpuesto por vecinos y vecinas de Maitencillo, acción que busca detener la construcción de esta obra, ya que expropiaría terrenos de los habitantes y de pequeños agricultores, perjudicando sus actividades económicas y la fauna del sector, cubierta por árboles endémicos que serían talados para la instalación de la carretera.
Además de las razones expuestas por los vecinos para rechazar el proyecto, acusan que no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), considerando que abarca un trayecto que conecta Puchuncaví y Nogales, además de las variantes Puchuncaví-Maitencillo y Maitencillo-Ventanas.
La acción fue interpuesta en contra del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la concesionaria CANOPSA, el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) y la Conaf, con el objetivo de que ingresen el proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para corregir este punto.
Con esto, los residentes de la comuna costera buscan detener el daño ambiental que ya se está generando en la zona con el corte de árboles protegidos como los Bellotos del Norte, la destrucción de vertientes, un humedal del sector y la flora nativa. El escrito señala que un proyecto de tal envergadura producirá graves impactos en el medioambiente de la zona y que vulnera dramáticamente el derecho de los habitantes de la comuna de Puchuncaví de vivir en un ambiente libre de contaminación.
Al respecto, el abogado de la causa, Miguel Aylwin, detalló que el proyecto cumple con los criterios necesarios para ser evaluado bajo esta herramienta, y que el daño que causa en el medio ambiente hace aún más urgente un pronunciamiento sobre su impacto.
La ampliación de este proyecto implicará la instalación de 61 km de carretera, 4 nuevas pistas y 4 puntos adicionales de peaje. La propuesta corta en dos el antiguo camino a Maitencillo (actual camino de tierra) con la Avenida del Mar/Aguas Blancas, sin posibilidad de conexión.
Asimismo, la autopista abarcará 11 localidades, incluyendo a Los Maquis, Pucalán, Campiche, Maitenes, Horcón, Ventanas, Puchuncaví, Rungue, El Paso, Cerro Tacna y Maitencillo, afectando a parceleros, microempresarios, residentes y condominios de la zona, tales como La Divisa, Boldo del Mollar, Polo Maitencillo, Alta Vista, Las Hermanas, El Mirador, Lomas de Maitencillo, Alto Rungue, Boldo del Pangal, El Claro de Maitencillo y otros.
Actualmente, los trabajos se encuentran en plena ejecución en la ruta F20, desde la actual rotonda Camino a Nogales y que se une a la ruta F30, cuya entrada se ubica en Maitencillo Sur y que conecta con Cachagua y Zapallar.
Según la relicitación de la concesión del camino, ejecutada en julio de 2020, el objetivo de este proyecto es “dotar de mayor capacidad a la concesión actual, disminuir actuales niveles de congestión, proporcionar mejores estándares técnicos a los existentes en la ruta actual y mejorar confort y seguridad para los usuarios”, razones todas absolutamente falsas bajo el punto de vista de los usuarios del camino y de los residentes en la zona.
Así lo manifiesta Flavio Angelini, vocero del movimiento “No a la Autopista F20”, quien manifestó que sus impactos son medioambientales y sociales, afectando a un gran número de personas, tachándola de ilegal.
Vecinos denuncian además que este proyecto implicará un aumento considerable en el tránsito de camiones, aumentando la polución y la contaminación acústica, con riesgos adicionales por tráfico de carga peligrosa y que podría afectar a pájaros, insectos, seres humanos y la vida en general.