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Académica UV: “La gente asume que los anticonceptivos siempre son inofensivos y eso es falso”

12/04/2021
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“Los anticonceptivos sí requieren receta médica, porque, al igual que cualquier medicamento, tienen un principio activo, en este caso hormonas, que es capaz de provocar efectos colaterales”, señala la química farmacéutica Yanneth Moya, directora de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad de Valparaíso y especialista en seguridad de medicamentos.

La académica, reconoce que la actual normativa del Instituto de Salud Pública (ISP) explicita que estos medicamentos son de venta bajo receta médica (no retenida), sin embargo, en la práctica esto no ocurre.

La farmacéutica explica que “los anticonceptivos en ocasiones presentan efectos secundarios, por lo cual es necesario el control médico, que puede ser anual o semestral, dependiendo de la paciente. Esta evaluación incluye exámenes de sangre, la prueba de Papanicolau y las mamografías, entre otras, análisis que todas las mujeres debemos realizarnos periódicamente, de manera de asegurarnos de que el fármaco sea seguro en la paciente y eficaz en el control de la natalidad”.

“Si bien es cierto que el exigir la receta médica puede parecer, especialmente en estos momentos de pandemia, como un obstáculo y que se limita el acceso a los anticonceptivos a quien lo requiera, debemos entender de que estos medicamentos ocasionan efectos sistémicos en el organismo, los que pueden incluso llegar a ser nocivos”, sostiene.

La farmacéutica agrega que los anticonceptivos no son excipientes que tengan nula respuesta en nuestro organismo, al contrario, se espera que tengan el efecto para lo cual fueron creados, generalmente tienen una función anovulatoria, es decir, impiden que el ovario produzca óvulos. Por lo tanto, la académica llama a ser responsables, realizar controles para evaluar si el fármaco es el indicado para la paciente o no y evitar la automedicación.

Por otra parte, Yanneth Moya hizo notar que para los anticonceptivos de emergencia no se requiere receta médica, lo que ha provocado un uso riesgoso de este medicamento por parte de las usuarias.

“También debemos llamar la atención sobre esto, porque la píldora del día después contiene altas dosis de hormonas, y debido a que se implementó esta política sin la educación suficiente para las usuarias, estamos observando actualmente un mal uso e incluso un abuso de este fármaco en algunas pacientes, quienes han tomado estás píldoras hasta tres veces en un mismo mes o ciclo, en forma rutinaria”.

La farmacéutica señala que “esta elevada carga de hormonas podría traer graves consecuencias en pacientes sin su evaluación periódica, ya que las usan no como un método de emergencia, sino como un método anticonceptivo, es decir, de manera frecuente en un mismo ciclo. En estas personas podríamos encontrar alteraciones hepáticas o de otra índole, debido a la alta cantidad de hormonas que están administrándose, en forma mensual”.

La académica insistió que ante cualquier duda sobre medicamentos las personas pueden consultar con el químico farmacéutico de su farmacia más cercana: “Los químicos farmacéuticos y las químicas farmacéuticas son personal de salud. Para ayudarlos en sus dudas con medicamentos no cobran y las personas no necesitan comprar algo para ser atendidos. Cada farmacia en funcionamiento debe contar con este profesional, ya que es la forma de garantizar que las farmacias son centros de salud y no unidades de comercio”, advierte la profesora Moya.

Finalmente, Yanneth Moya, al recibir la noticia publicada respecto a que el ISP ofició a las farmacias flexibilizar la venta de anticonceptivos, por lo cual no se verán obligadas a exigir la prescripción médica, señaló que “en estos momentos es inoportuno exigir receta médica para adquirir los anticonceptivos, dadas las medidas de restricción de desplazamiento y cuarentena vigentes en gran parte del país. Pero llamo a las mujeres a ser responsables con su salud y controlarse con su médico frente a eventuales reacciones adversas que pueda provocar la administración de estos medicamentos, obviamente cuando las condiciones sanitarias así lo permitan. El monitoreo es muy importante, porque los efectos adversos se manifiestan a largo plazo”.

En nuestro país ha existido una gran polémica, debido a que al menos 111 mujeres que se habían acogido al programa de planificación familiar que dispone el Estado, quedaron embarazadas tras usar un anticonceptivo defectuoso. La situación fue analizada por la académica.

Respecto a las políticas de salud pública en relación a la medicina reproductiva o anticoncepción aplicadas en el país, la académica señala que hay muchas tareas pendientes.