El miedo al desabastecimiento, la vuelta del toque de queda y la presencia de Fuerzas Armadas en la calle con el Estado de excepción sacaron a la luz sensaciones que quedaron en la población.

Esto se produce a pesar de los insistentes llamados a “volver a la normalidad”. Desde el mundo académico se han hecho algunos diagnósticos y análisis, a quien se refirió el psicólogo y académico de las escuelas de Trabajo Social y Fonoaudiología de la Universidad Valparaíso, Rodrigo Cabrera.

El profesor universitario enfatizó en que, si bien la actual movilización tiene distintas variables y, por lo tanto, es necesario analizar el fenómeno desde lo interseccional, abarcando desde lo global a lo institucional, el mal manejo de la situación y que no representa el malestar de la población obligará a los profesionales a analizar en profundidad las consecuencias del fenómeno en la población, en donde uno de los elementos a considerar es el trauma psicosocial.

En esta materia, el doctor en Intervención Psicosocial apuntó a la violencia de Estado como uno de los factores principales en provocar estos efectos, desde las estrategias utilizadas por carabineros que han herido a más de doscientas personas con daños oculares irreversibles, como la presencia de militares en el espacio público.

Si bien para muchos, la actual situación significó para muchos y muchas la apertura de viejas heridas por lo vivido en época de dictadura, es importante recalcar que aquellas generaciones posteriores a ello no sólo recogerán estas experiencias contemporáneas, sino que además heredan las historias y sensaciones de sus familiares, acrecentando e intensificando el trauma psicosocial en estos sujetos.

Una de las preocupaciones principales de muchos ciudadanos y ciudadanas tiene que ver con la aparición de síntomas en su salud mental que no registraban anteriormente, como ataques de ansiedad, de pánica o trastorno del sueño o alimenticios, que parecieron agudizarse o generarse en este periodo. Frente a eso, Cabrera sostuvo que el proceso de sanación obligará a los profesionales a considerar todo el contexto y no sólo los síntomas individuales.

El profesional destacó la importancia de generar dispositivos de atención públicos capaces de reconocer la situación actual como anormal en términos políticos y sociales, responsabilidad que pasa en primera instancia por el Estado y la voluntad política de generar política pública que considere este nuevo hecho histórico.