Hace solo unos días se dio a conocer que aguas de distintos pozos de la localidad Laguna Verde, en Valparaíso, están contaminadas. Si bien en la zona existe una Cooperativa de Agua Potable Rural (APR) que cumple con todas las normas sanitarias, esta solo abastece al 40% de la población, mientras que el 60% restante compraría a empresas el agua proveniente de los pozos contaminados.

Esta situación no es nueva, ya que en 2013 se comenzaron a realizar estudios en aguas superficiales y subterráneas, confirmando el 2015 los altos porcentajes de toxicidad que contenía. En 2017 se llevó a cabo un estudio más completo, cuya información fue entregada a la Delegación Municipal de Valparaíso y a la Seremi de Salud. La presidenta de la Junta de Vecinos del sector Domingo Otaegui, Julia Poblete, señaló que el consumo de agua ha generado un fuerte impacto en la salud de los vecinos, debido a la contaminación de minerales y fecas.

Los vecinos solicitaron el estudio por parte de la Seremi de Salud para que comprobara la información y en junio de 2018 tomaron muestras de tres pozos. Los resultados se dieron a conocer en marzo de este año, pese a que la información ya estaba disponible desde octubre de 2018. Dicha fiscalización señaló que no se constató la venta de agua para consumo humano y que solo uno de los pozos presentaba elementos de contaminación.

Independiente del resultado entregado por la Seremi de Salud, desde la UPLA señalan que han realizado estudios a más de treinta pozos, muchos de los que abastecen a las empresas que venden el agua en Laguna Verde. Dichos pozos tienen altos porcentajes de coliformes fecales y metales, además de evidenciar la presencia de agua subsalina a salina. Así lo explicó la doctora Cecilia Rivera, académica de la institución .

Cabe destacar que gran parte de la contaminación de las aguas en los pozos se debe a que las napas subterráneas están siendo contaminadas con líquidos percolados que provienen del relleno sanitario El Molle.

Por esta razón, la abogada Consuelo Requena interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso contra la empresa Girsa (que administra el relleno sanitario El Molle) por la descarga permanente e ilegal de percolados; y contra la Municipalidad de la ciudad porteña y la Seremi de Salud por la falta de fiscalizaciones para resguardar la seguridad de los habitantes de Laguna Verde.

Se espera que con este recurso de protección la Municipalidad de Valparaíso y la Seremi de Salud adopten medidas pertinentes para otorgar un acceso de agua potable a los habitantes de Laguna Verde. En tanto, la contaminación de las aguas superficiales del estero El Sauce también requiere una fiscalización, ya que significa un riesgo sanitario para quienes se bañan allí o practican kayak.