Este domingo 25 de noviembre, un grupo de laicos de la Diocesis de Valparaíso, convocaron a las afueras de la Catedral a sumarse a un Sínodo autoconvocado, para mover a la estructura jerárquica en favor de las víctimas de abuso sexual clerical y producir un cambio de actitud de los laicos y sacerdotes.

El acto, en que hicieron una invitación publica a todos los laicos católicos, se ha producido en el marco del delicado momento por el que pasa la institución eclesial, en que diversos actores han planteado las críticas a la institución, por cómo ha enfrentado, tanto las investigaciones de la propia Iglesia, como las de la Fiscalía, por abusos y encubrimiento. 

La actividad convocada por los laicos, que se desarrollará los días 4, 5 y 6 de enero, en Santiago, contará con la participación de denunciantes de todo el país. También han sido invitados algunos sacerdotes.

Los casos de abusos han motivado un debate al interior de la Iglesia, con distintas posturas por parte de sus miembros, pero también un enfrentamiento entre la propia institución y la Fiscalía, que incluso llevó a recursos judiciales, como ocurrió en la zona con los allanamientos a la sede del Arzobispado de Valparaíso, que debieron ser resueltos por la Corte de Apelaciones de Rancagua.  

En otro plano, los denunciantes organizados, a propósito de los casos de abusos de la Iglesia, han insistido en que la institución no ha sabido resolver el tema. Personas víctimas de abusos han participado en dos reuniones con el administrador apostólico de Valparaíso, obispo Ossandón, en donde no han habido mayores resultado. Esto, porque se acordó el reconocimiento de los hechos para no proseguir en las demandas que esperaban llevar adelante en contra de las Diócesis de Valparaíso y San Felipe. Sin embargo, hasta ahora, dicho reconocimiento no ha llegado.

Mauricio Pulgar, denunciante como víctima de abuso sexual, acusa que incluso Ossandón recibió antecedentes de nuevas denuncias en los encuentros que sostuvieron y aunque en la interna Ossandón les habló de reparaciones, “de la puerta para afuera” continúa señalando que los casos deben ser estudiados.

La última reunión la sostuvieron los denunciantes a fines del mes de agosto. Era el encuentro para el cual se habían comprometido acciones concretas como la salida de la Iglesia de varios de los obispos denunciados como encubridores de estos hechos. Como esto no ocurrió, el diálogo se quebró y hasta ahora no ha habido comunicación entre la iglesia y las víctimas, por lo que los denunciantes ya preparan un sínodo para el mes de enero próximo que les permitirá reflexionar sobre el abuso sexual y las negligencias cometidas por la iglesia católica para enfrentar estos delitos.