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Reportaje: Indefinición sobre estudios en Quintero y Puchuncaví despierta incertidumbre de comunidad y crítica de expertos

23/11/2018
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Desde el 21 de agosto, 1.767 personas han acudido al hospital de Quintero con síntomas de intoxicación por gases.

Con el decreto de alerta sanitaria del gobierno, el 28 de septiembre pasado, que restringe el funcionamiento del cordón industrial cuando se producen malas condiciones de ventilación, las atenciones han disminuido de manera notable, registrando solo 5 consultas en lo que va de noviembre.

No obstante, María Araya, presidenta del Consejo Consultivo de Salud del recinto, señala que “han pasado tres meses y todavía desconocemos la causa de la intoxicación, o qué estamos respirando”. Desde que comenzó la crisis en la zona de sacrifico, el gobierno regional aclaró que la autoridad sanitaria estudiaría qué gases provocaron los síntomas en la población.

Así lo corroboró el intendente el pasado viernes 16 de noviembre.

La medida se mantenía en pie, de hecho, el intendente Jorge Martínez todo el tiempo apeló a la necesidad de contar con tiempo para aquello, hasta que el ministro de Salud, Emilio Santelices, dijo en una entrevista con El Mercurio de Valparaíso que descartaba la realización de un estudio epidemiológico en Quintero y Puchuncaví. “Vamos a mirar con mayor particularidad a la gente de la zona, pero no hacer un estudio prospectivo donde vayamos a buscar a una gente en particular (…) dado que estamos en presencia de un gatillante que era volátil y que ya fugazmente, en fracción de segundos, pudo haber estado expuesta la persona, no existe estudio posible que nos permita generar esa vinculación y se pueda hacer algún diseño de estudios para esos efectos”, señaló.

Estas declaraciones no dan respuesta a la sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de visitar la zona, que sugirió realizar el estudio epidemiológico, ni tampoco a lo propuesto por el presidente del departamento de medio ambiente del Colegio Médico, Andrei Tchernitchin, quien enfatizó en la necesidad de un análisis de este tipo.

Para realizar un estudio epidemiológico, y lograr determinar una relación de causalidad entre compuesto y síntoma, el especialista señala que es necesario acceder a las concentraciones de los gases en los periodos de consulta, información que el gobierno mantiene bajo reserva.

Asimismo, Tchernitchin descarta la realización de exámenes de sangre a la población afectada por los gases contaminantes, esto por su condición volátil.

No obstante, afirmó a RVL Noticias que sí se pueden establecer relaciones de causalidad, a partir de un estudio de caso a largo plazo.

Por el contrario, para la presidenta de la Sociedad de Toxicología de Chile, Fernanda Cavieres, ya es tarde para buscar las causas de las intoxicaciones por gases en Quintero y Puchuncaví.

No obstante, Cavieres y Tchernitchin coinciden en cuanto a que el gobierno no ha transparentado toda la información. Para la toxicóloga es fundamental acceder a los índices de cáncer y malformaciones congénitas en la zona. Con estos datos, señala, se podría llegar a establecer una correlación entre metales pesados y síntomas de intoxicación, más allá de los últimos episodios críticos de agosto y septiembre pasado.

METALES PESADOS

Durante 50 años la población de la zona ha estado expuesta a metales pesados y para identificar cómo han afectado la salud de las personas, Fernada Cavieres además sugiere la realización de exámenes de pelo o uñas, donde permanecen los compuestos por más tiempo. De esta manera, en vez de realizar “200 exámenes de sangre a los niños”, como propone el Consejo Consultivo de Salud del Hospital de Quintero, para identificar metales pesados sería más pertinente el examen planteado por Cavieres.

En este misma línea, María Araya, presidenta del consejo, acusa a que durante estos tres meses el Ministerio de Salud (Minsal) solo ha realizado exámenes de orina a 10 adolescentes de Quintero, el 25 de septiembre pasado.

Un mes después de los primeros episodios de contaminación, las muestras arrojaron presencia de arsénico en los cuerpos de los jóvenes, aunque en bajas concentraciones. El informe, firmado por Johanna Acevedo, jefa del departamento de epidemiología del Minsal, indica que “esta es una medición realizada en una única muestra de orina y solo indica que usted estuvo en contacto con este contaminante y no establece de ninguna manera una intoxicación o se puede relacionar a daños en la salud”.

Asimismo, María Araya señaló que la funcionaria del Minsal le dijo que un examen toxicológico no es necesario, y que estudiarían cómo el clima del medio ambiente afecta la salud de la comunidad. Además, Acevedo le habría afirmado que la autoridad sanitaria no cuenta con tratamiento para metales pesados.

Así entonces, todo sigue en veremos. Los alcaldes confirmaron que el Minsal no ha tomado exámenes a la población pues al parecer, según lo señalado por la alcaldesa Eliana Olmos, estarían esperando los resultados del estudio del Instituto Noruego, que evalúa la calidad del aire y concentraciones de gases en el sector.

Contradictoriamente, el intendente informó el pasado 22 de noviembre que sí están haciendo estudios “respecto de la población”.