Continúan las movilizaciones por parte de los sindicatos de trabajadores del Puerto de Valparaíso y con ello la paralización de faenas y revisión de cargas.

Son dos los sindicatos que demandan mejoras en las condiciones laborales y que durante los últimos días decidieron iniciar medidas de presión para expresar sus demandas, sin embargo la paralización indefinida por parte del sindicato de trabajadores eventuales de la empresa Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL) y la huelga legal llevada adelante por los funcionarios de la Zona de Extensión de Apoyo logístico (ZEAL) no han hecho más que aumentar la tensión en la relación de los gremios con las Empresas.

Desde EPV, según manifestaron los mismos trabajadores, no han querido abrirse al diálogo para evaluar las demandas exigidas. En la ZEAL incluso, agregaron, están infringiendo con prácticas antisindicales para hacer frente a los efectos de la huelga. Pablo Klimpell, dirigente del Sindicato de trabajadores de TCVAL, comentó que, pese a que no son indiferentes a lo que provoca para la ciudad la paralización en el puerto, la responsabilidad de deponer la movilización está en las empresas.

El dirigente agregó que por ahora no hay entrada ni salida de cargas, pues algunas son desviadas al puerto de San Antonio, mientras otras se mantienen en las bodegas de acopio.

Por su parte, Carlos Gómez, Secretario del sindicato número 1 de la ZEAL, que iniciaron huelga legal este lunes, denunció que la empresa ZEAL Concesionaria S.A. vulneró el reemplazo en huelga contratando personal externo para cumplir con las funciones mínimas que requiere la zona de extensión del puerto.

Ambos sindicatos reúnen más de 850 trabajadores que han paralizado funciones sin fecha de término y que demandan bonos de vacaciones y aumento en las remuneraciones por sobre el costo de la vida (IPC) para los trabajadores de la ZEAL, mientras que los estibadores exigen regulación en la relación laboral en el sector portuario, mejorar la seguridad en las faenas y bonos de compensación de hasta 5 millones de pesos.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, señaló estar “preocupado” por lo que está aconteciendo en el puerto de Valparaíso, donde un conflicto entre trabajadores y empresas concesionarias mantienen parada la actividad, perjudicando el movimiento de cargas y la recepción de cruceros.

Ante la falta de novedades para llegar a una solución del conflicto, el jefe comunal puso a disposición la Municipalidad porteña como espacio de encuentro entre todas las partes involucradas, para que dialoguen, lleguen a soluciones y la ciudad no siga pagando los costos del problema.

El jefe comunal sostuvo que aún hay tiempo para remediar esta situación que afecta la imagen de Valparaíso a nivel internacional.

En Una declaración pública, la Empresa Puerto Valparaíso señaló “Hacemos un enérgico llamado a cuidar el clima de paz social que históricamente ha caracterizado al Puerto de Valparaíso y que con este tipo de acciones se compromete en forma profunda y difícil de revertir. Los efectos de esta movilización los está pagando todo el sistema portuario de Valparaíso, sus trabajadores y en particular la industria de cruceros”, dijeron.

Agregaron un tema de la situación actual en la actividad “En el último trimestre el Indicador de Actividad Económica Regional (Inacer), dado a conocer este lunes por el INE, cayó en 6,1% en la Región de Valparaíso, siendo la que ha tenido la mayor disminución de su actividad económica durante este año. Definitivamente hechos como los que hoy están ocurriendo en Valparaíso y su puerto, profundizan aún más esta condición. Como Directorio nos hemos reunido con todos nuestros concesionarios con el propósito de respaldar las acciones que están impulsando. Creemos ineludible que a la brevedad se reúnan con los legítimos representantes de los trabajadores y buscar una vía de diálogo”, señalaron.

El gobierno regional emitió un comunicado señalando que “El rol que el Gobierno Regional ha asumido es que le corresponde dentro de un conflictivo laboral entre privados pero con consecuencias públicas, esto es, llamar al diálogo y al entendimiento entre las partes y a la búsqueda de puntos de encuentro para propiciarlo. Asimismo, asegurar el orden público para proteger tanto a las personas como a las instalaciones vinculadas a la actividad portuaria. Esta responsabilidad se ha asumido con la prudencia y discreción que se requiere en estos conflictos, velando por encontrar soluciones concretas”.