Más de 3 meses han pasado ya desde que falleció la pequeña Amelia de 1 año, según sus padres, por negligencias al interior del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso.

El 25 de septiembre la menor cumpliría 2 años de edad y los sumarios e investigaciones comprometidas aún no arrojan resultados.

El Servicio de Salud Valparaíso – San Antonio, a cargo de esos procesos, no cuenta si quiera con un profesional en su Dirección luego que Alis Catalán, quien subrogó el cargo hasta la semana pasada, saliera de dicho puesto.

Recordemos que la niña llegó los primeros días del mes de julio al principal recinto de salud porteño en busca de atención médica con síntomas de un resfrío que incluían fiebre alta, sin embargo los médicos del recinto desestimaron que se tratara de un cuadro severo por lo que la enviaron a su casa.

Los errores continuaron cuando días más tarde, los padres se presentaron con la menor en el Centro de Salud Familiar (CESFAM) del sector de Las Cañas, en Valparaíso, en donde les indicaron que los síntomas correspondían a una neumonía, pero nuevamente fue enviada a su casa con indicación de suministrarle medicamentos.

Tras estos hechos y viendo que Amelia no presentaba mejorías, la familia contactó un servicio de emergencia privado para trasladarla nuevamente al hospital. Ya ahí se le diagnosticó Influenza del tipo A, enfermedad por la cual no había sido vacunada en el CESFAM que se atendía, por no tener disponibilidad el vacunatorio.

En el Van Buren, a eso de las 7 de la mañana, la pequeña finalmente falleció en un sector del recinto en donde se le atendía. No sobre una cama. No había disponibles, ni siquiera en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Hoy, Mauricio Salazar, papá de Amelia acusa respuestas insatisfactorias y ocultamiento de información por parte de las autoridades de salud. Señala que en reuniones sostenidas con el Ministro Emilio Santelices y con quien fuera la Directora del Servicio correspondiente a la zona, Alis Catalán, estos no manejaban información concreta, o bien, no quisieron entregársela.

Esto, agregó Salazar, obedece al no reconocimiento por parte del Estado y al ánimo de esconder la verdadera problemática que originó la muerte de la menor: el precario sistema del recinto de salud más importante de la Región de Valparaíso.

Mientras se da con los responsables, la familia de la pequeña está a la espera de la exhumación de su cuerpo para tener mayores antecedentes de su muerte y trabaja en mesas comunitarias esperando la participación de todos los porteños que tienen problemas en los recintos asistenciales que se atienden.