La diligencia fue para proceder con el levantamiento de información en el marco de la investigación en contra de la Iglesia Católica por casos de abusos y encubrimiento.

Acompañados por el fiscal jefe de Graneros, Sergio Pérez, la Policía accedió primero a las oficinas de la Parroquia del Espíritu Santo, por calle Chacabuco, para luego encerrarse en el edificio del ex periódico La Unión, hoy perteneciente al Arzobispado de Valparaíso, frente a la Plaza Victoria.

Carabineros recibió la orden del Ministerio Público para incautar todos los archivos que se encuentran en poder de la iglesia, como denuncias, investigaciones previas y antecedentes entregados a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En este caso personal del Labocar y el OS9 se encuentra buscando, por ejemplo, carpetas de la iglesia que involucren a sacerdotes en ilícitos previos a la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Penal.

El fiscal Pérez señaló los términos de la pericia, objetivos de levantamiento de información y testimonios.

El fiscal a cargo del caso, Emiliano Arias, no se presentó al momento de las diligencias por encontrarse en Chillán, donde también dio la orden de entrada y registro en busca de antecedentes. El mismo procedimiento fue instruido para las diócesis de Concepción y Osorno.

El fiscal regional de O’Higgins fue facultado por el Ministerio Público, el 6 de septiembre pasado, para indagar en casos contra sacerdotes de otras regiones, en este caso, los obispos Gonzalo Duarte y Cristián Contreras. Gonzalo Duarte García de Cortázar ejerció hasta junio como obispo de Valparaíso, cuando el Papa Francisco resolvió desvincularlo de su cargo, el mismo día que Fernando Barros, ex obispo de Osorno, quien fue denunciado por encubrimiento de los abusos de Fernando Karadima.

Por su parte, el prelado Cristian Contreras Molina es investigado por la Fiscalía Nacional desde el 28 de junio, cuando un menor de edad presentó una denuncia que lo acusa por “delitos contra el orden de las familias, la moralidad pública y contra la identidad sexual”. Según constata el diario La Tercera, Contreras Molina ya había sido investigado en 2013 por presuntos abusos sexuales contra menores, pero la indagatoria terminó sin sanciones para el sacerdote.

El allanamiento en el Arzobispado de Valparaíso también se produce durante esta jornada en Osorno, Chillán y Concepción, con el fin de recabar antecedentes por los casos de abuso y acoso sexual dentro de la Iglesia Católica. En Valparaíso, al menos, los denunciantes de Gonzalo Duarte conformaron una mesa de trabajo con el actual administrador apostólico Pedro Ossandón.

Ossandón señaló que hay apertura total a la entrega de documentos judiciales eclesiásticos, bajo principios de la institución.

Uno de los denunciantes, Sebastián del Rio señaló en entrevista con RVL Noticias el espacio está abierto para nuevos denunciantes.