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Nuevo jefe de la Armada eludió referirse a la posibilidad de perdón institucional por violaciones a los Derechos Humanos

18/06/2017
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Consultado por RVL Noticias, el nuevo comandante en jefe de la Armada de Chile, Julio Leiva Molina, eludió referirse a la posibilidad que la marina entregue un perdón institucional por las causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por sus funcionarios durante la dictadura militar.

En el marco de la ceremonia de cambio de mando en la institución naval, RVL Noticias consultó al nuevo jefe de la marina sobre el bicentenario de la Armada y respecto de su historia, el período de la dictadura militar.

Consultado por la posibilidad de un perdón institucional que pudiera dar la marina, de cara a su historia reciente, el jefe naval prefirió no pronunciarse al respecto.

RVLNoticias preguntó “En los 200 años de la Armada, ¿Usted considera la posibilidad de un perdón institucional por las violaciones a los Derechos Humanos?”. El nuevo comandante sólo señaló “la Armada ha cumplido su labor de acuerdo al mandato constitucional durante este último tiempo y lo va a seguir cumpliendo de la misma forma”.

El antiguo comandante en jefe, Enrique Larrañaga Martin fue consultado por RVL Noticias sobre su percepción del rol de la Armada en la dictadura militar, en el marco de su bicentenario. En aquella ocasión el ahora almirante en retiro señaló que eso “es parte de la historia”.

El perdón institucional ha sido un gesto que constantemente ha sido requerido por las diversas organizaciones de Derechos Humanos, que piden un reconocimiento institucional por los delitos de lesa humanidad cometidos desde el golpe de Estado de septiembre de 1973. Las organizaciones han pedido una ceremonia de reparación a los familiares de víctimas de la dictadura militar.

También se han visibilizado otras demandas, como la degradación de los militares condenados por violaciones a los Derechos Humanos, instalar placas recordatorias de centros de detención y tortura, incluyendo el buque escuela Esmeralda; el retiro de símbolos de la dictadura, como la estatua de José Toribio Merino en el Museo Marítimo Nacional y una cultura de democratización de las fuerzas armadas.