Con contra manifestaciones de organizaciones de Derechos Humanos, se realizó ceremonia de las glorias navales, hubo detenidos por parte de fuerzas especiales de Carabineros.

Con contrastes se vivió el 21 de mayo en Valparaíso que tuvo mayor tranquilidad en sus calles para la ceremonia de las Glorias Navales de la Armada, pero sin satisfacer la memoria de su responsabilidad institucional en los 200 años de su historia.

En primer término la tradicional ceremonia en Plaza Sotomayor de Valparaíso tuvo a un gran grupo de personas de espectadores de la conmemoración del Combate Naval de Iquique.

Fueron cerca de 2000 efectivos los presentes en la ciudad, que recorrieron sus calles para realizar esta conmemoración de la muerte de Arturo Prat.

Encabezó la ceremonia la Presidenta Michelle Bachelet, quien destacó el carácter de ésta, sin la cuenta pública presidencial.

El comandante en jefe de la Armada, Enrique Larrañaga, destacó que se reprogramara la cuenta pública, a través de la aprobación de la reforma constitucional respectiva.

En la Plaza Aníbal Pinto de Valparaíso, organizaciones de Derechos Humanos realizaron una manifestación totalmente pacífica, para pedir que la Armada reconociera su responsabilidad institucional en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar.

Si bien la manifestación no tuvo ribetes de violencia o daño, fuerzas especiales de Carabineros detuvo a varios manifestantes, lo que generó un conflicto en pleno espacio público.

Eduardo Morris, presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos señaló su rechazo al actuar policial, considerando el sentido de la manifestación.

Gabriela Pallera, de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, quien se manifestaba de manera pacífica en el lugar, criticó el actuar de la Armada en materia de delitos de lesa humanidad y la negativa a reconocer institucionalmente su responsabilidad en los crímenes de la dictadura.

Entre los detenidos se encontraban Javier Rodríguez, vocero del Grupo de Amigos de Miguel Woodward, sacerdote detenido desaparecido y torturado en La Esmeralda, además de Gladys Barrios, hermana de Marcelo Barrios, asesinado por una patrulla de infantería de la Armada en 1989.

La manifestación fue inédita, ya que las organizaciones generalmente realizan este tipo de manifestación durante los zarpes y arribo del Buque Escuela Esmeralda, centro de detención y tortura durante septiembre de 1973.