Reflotan críticas al SHOA luego de corregir datos claves de maremoto en el sur
Críticas despertaron las correcciones que realizó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, SHOA, sobre la hora de llegada de las olas al sur de Chile luego del terremoto y alarma de maremoto que sufrió la zona el domingo.
El SHOA depende directamente de la Armada y tiene a su cargo emitir los mensajes de emergencia acerca del comportamiento del mar en este tipo de fenómenos.
A las 11:30 horas de este domingo se supo la primera información del terremoto que entregó la Onemi: el Centro Sismológico Nacional, CSN, estimó el movimiento en 6,9 grados Ritcher y ubicó el epicentro a 28 kilómetros al Suroeste de Quellón. Luego a las 11:53 horas, la información fue corregida por el CSN a 7,6 grados, reubicando el epicentro a 67 kilómetros al Noroeste de Melinka.
Más tarde, a las 11:55, el Pacific Tsunami Warning Center PTWC de Estados Unidos fijó la intensidad del movimiento en 7,7 grados Ritcher. La información entregada por este organismo, contrastó en cuanto a la hora de llegada de las olas a la costa que informó el SHOA.
Después del informe desde Estados Unidos, a las 12:10 el SHOA corrigió los datos, adecuando las proyecciones a los informes desde el PWTC. El informe emitido desde Estados Unidos a las 11:55 fijó la llegada de las primeras olas a Corral a las 12:22, mientras que a las 11:56 el SHOA fijó la llegada a las 13:50. Los informes tenían un minuto de diferencia, pero la estimación para la llegada de olas, una hora y veintiocho minutos.
Para Melinka, zona cercana al epicentro, el SHOA indicó que la primera ola llegaría a las 13:21 y la rectificación señaló a las 12:21. Desde la Onemi, en Santiago, su director, Ricardo Toro, debió argumentar que la corrección de los datos de la intensidad y epicentro llevaron a cambiar los datos.
Desde el SHOA, en Valparaíso, su director, el contraalmirante Patricio Carrasco, argumentó que sus datos fueron estimados sobre la base de las mediciones del Centro Sismológico Nacional.
Esta no es la primera oportunidad en que la Armada se ha visto envuelta en este tipo de polémicas. Ya el año 2010 hubo fuertes cuestionamientos al actuar del SHOA en el tsunami del 27 de febrero, cuando canceló la emisión de una alarma de maremoto.
En marzo de ese año, el entonces comandante en jefe de la marina, Edmundo González, reconoció responsabilidad del organismo en la tragedia: “Fuimos poco claros en entregarle la información”, dijo, refiriéndose a las comunicaciones con la Presidenta Bachelet esa noche. Fue el 21 de mayo del 2013, cuando González sería más categórico: “La responsabilidad es toda mía”.