Un escenario de incertidumbre rodea la gratuidad universal en la educación superior, punto de conflicto al presentarse el proyecto de reforma del Gobierno.

Este martes en la Cámara de Diputados el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, expuso el informe financiero del proyecto ante la comisión de educación. El secretario de Estado explicó que la reforma educacional implica un gasto del 1,6% del PIB, estimado en unos 3 mil 600 millones de dólares. Para el momento en que se alcance la cobertura universal, se estima que 1.249.414 alumnos contarían con gratuidad.

Así, Valdés confirmó que el proyecto considera durante el actual período una cobertura para los alumnos que pertenezcan a los seis deciles más vulnerables, pero que no podía anticipar un plazo para la implementación de la gratuidad universal, calificando esa proyección como “un ejercicio inconducente”.

Si bien el argumento de Valdés fue en parte económico, dado que apuntó a ingresos fiscales, crecimiento interno y precio del cobre como elementos que determinarían las posibilidades de implementación, también fijó en un criterio netamente político para la opción de hacerse cargo de esos recursos y asignarlos a educación superior.

De hecho, Valdés fijo como un criterio de Gobierno el contar o no con gratuidad universal.

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Según Valdés, los “gatillos” de la economía para ampliar la cobertura de gratuidad están bajo la lógica que cada corte es más caro que el otro. “El decil 7 por ser más pobre puede ser alcanzado antes o más rápido que un decil más rico, en que compite con otras necesidades que pueden ser más importantes que la gratuidad de ese decil”.

Esto revive la arista del debate que abriera el secretario de Estado la semana pasada, al plantear que debía existir una discusión en la sociedad sobre los méritos de disponer de una fuerte cantidad de recursos para gratuidad en la educación superior y no destinarlos hacia otros fines, racionamiento que nuevamente puso en la mesa durante la sesión.

En la misma jornada, el ex Presidente Sebastián Piñera aprovechó su visita a Valparaíso para reafirmar sus críticas hacia la reforma a la educación superior.

Consultado por RVL Noticias acerca de si él implementaría una política de gratuidad universal, dijo sencillamente que es “una mala política”. El argumento fue muy similar al que dejara entrever Valdés, ya que a su juicio existen otras prioridades en materia social.

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Las declaraciones de Sebastián Piñera las formuló en el marco de la presentación del libro “La historia se mira hacia adelante” del ex militante del MIR Mauricio Rojas, quien entrevista a una serie de colaboradores de su Gobierno.

En el Parlamento, la titular del Mineduc, Adriana Delpiano y su par de Hacienda, Rodrigo Valdés, deberán presentarse nuevamente a la comisión de Educación de la Cámara para responder las preguntas de los diputados.