Bob Dylan dejó muy claro que 1966 fue definitivamente un año de cambios. Portavoz de una generación, entre los años 1963 a 1965. Siempre inteligente en sus movimientos, conectó la guitarra eléctrica y todo cambió. 1966 celebra una nueva joya discográfica, ésta vez, en formato de disco doble. Otro cambio.
Anfetaminas, cafeína, tabaco, y muy pocas de sueño originaron su disco más carismático. Dylan se trasformó en una bestia cuando tomaba una silla y se instalaba por horas a escribir cada una de las canciones que forman Blonde On Blonde (Columbia - 1966).
Les dejo una interesante nota sobre el aniversario que se viene. Acá.