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Escepticismo en familia de estudiante Rodrigo Avilés, por penas aplicables a Carabineros en el caso

22/05/2017
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Hace dos años atrás el joven estudiante Rodrigo Avilés cayó en riesgo vital al recibir el impacto de un chorro del carro lanza aguas de Carabineros. Quien le disparó, el ex sargento Manuel Noya, único formalizado en el caso, aún no enfrenta juicio.

A dos años del hecho que terminó con secuelas permanentes en Avilés, la familia aún espera que se haga justicia. Recientemente, durante la semana pasada, el abogado a cargo del caso, Eduardo Villagrán, solicitó la ampliación de la querella para incluir a otros carabineros como responsables de la agresión, además de solicitar un nuevo informe médico para calificar las lesiones de graves a gravísimas, ya que el estudiante militante de la UNE quedó con cuadros compulsivos epilépticos como parte de las secuelas del ataque policial.

A la fecha, Soledad Bravo, madre de Rodrigo, manifiesta que aún sigue a la espera de un juicio que dé con los responsables. No obstante señala que tienen “claridad absolutamente que los carabineros involucrados no van a estar ni un día presos porque van a operar un montón de atenuantes”.

Considerando ese diagnóstico, Soledad exige conocer la verdad; acceder a los antecedentes del operativo realizado por Carabineros durante la manifestación social del 21 de mayo del año 2015, información que sería relevante para lograr justicia en el caso.

La madre del joven agredido valoró que se haya tomado conciencia de “lo peligroso que resulta tener una fuerza policial que no sigue procedimientos que ellos mismos establecen, pues el caso de Rodrigo no es un caso aislado sino que se va repitiendo en todo el país y la idea es poder, efectivamente, tener derecho manifestarse en paz, en tranquilidad y de manera segura”.

Soledad Bravo señaló que junto a su hijo, uno de los temas que les interesa posicionar es llamar a la atención acerca de los protocolos de Carabineros y la falta de apego por parte de ciertos funcionarios al mismo.

Cabe recordar que el caso se produce durante la segunda cuenta pública de la presidenta Michelle Bachelet, el pasado 21 de mayo del 2015, Rodrigo se encontraba manifestándose con un grupo de estudiantes en las calles de Valparaíso, donde fue atacado por el pitonero y ex sargento de Carabineros Manuel Noya, quien le propinó un golpe a 4,5 metros de distancia con una presión de 8 bares, acción que lo dejó al borde de la muerte.

Después de un largo tratamiento en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, debido a las lesiones creaneanas, aún tiene secuelas imborrables para su vida. Al respecto Rodrigo Avilés recientemente habló de manera pública en un reportaje de Chilevisión Noticias en donde manifestó: "Tuve suerte de no morir. Es una rabia que se perdona en la medida que se haga justicia".